Luego de que el INDEC difundiera el último dato de inflación, las empresas de medicina prepaga comenzaron a comunicar los aumentos que regirán en noviembre. En la mayoría de los casos, las compañías se ajustaron al 2,1% del IPC, aunque hubo excepciones que superaron el 2,8%.
Entre las firmas que decidieron mantener el mismo ritmo que la inflación general se encuentran OSDE, Swiss Medical, Sancor Salud, Hospital Italiano y Medifé, además del Hospital Alemán, Federada, CEMIC y Ensalud. En conjunto, estas empresas concentran la mayor parte de los afiliados del país, por lo que su decisión fue celebrada por el Gobierno, que busca contener los costos de la salud privada en el marco de su política de estabilización.

Aumentos por encima del IPC
No todas las compañías acompañaron ese criterio. OMINT aplicará el incremento más alto, del 2,85%, mientras que Avalian lo hará en 2,5%, Medicina Esencial en 2,49%, Medicus en 2,25%, y Galeno y Accord en 2,20%. Estas subas superan levemente el IPC, aunque se mantienen por debajo del índice de inflación en el rubro salud, que el mes pasado llegó al 2,3%.
Fuentes del sector explicaron que las diferencias responden a costos operativos específicos de cada empresa, al aumento de los insumos médicos. Y a la necesidad de sostener la rentabilidad tras varios meses de congelamiento. “El índice de salud fue más alto que el general, y eso explica parte del desfasaje”, señalaron desde una de las principales compañías.
Moderación y efecto en los afiliados
Pese a las variaciones, los incrementos de noviembre se ubican dentro de los parámetros esperados por el Ministerio de Economía. En la cartera que conduce Luis Caputo destacan que el impacto ponderado será menor al 2,3%. Dado que las prepagas que aplican subas por encima del IPC representan una porción menor del total de afiliados.
No obstante, los aumentos vuelven a golpear los bolsillos de los usuarios, sobre todo de quienes no pueden cambiar de cobertura por razones de edad o enfermedades preexistentes. “La falta de competencia real en el sistema limita las opciones del consumidor, incluso si el alza es baja”, señaló un economista.
Retrasos en la carga y casos particulares
Hasta este martes, varias empresas aún no habían cargado sus datos en la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), pese a que el plazo de cinco días hábiles desde la publicación del IPC vencía el 21 de octubre. Entre ellas figuran el Hospital Británico, Hominis, Luis Pasteur y Prevención Salud, cuyos aumentos se conocerán en los próximos días.
Un caso destacado es el de Simeco, la prepaga del Centro Profesional de Ciencias Económicas, que en octubre había sido cuestionada por aplicar un aumento muy superior al promedio. Para noviembre, la empresa anunció un ajuste del 2,3%, alineado con la pauta inflacionaria y muy por debajo del incremento anterior.
Expectativas para fin de año
El Gobierno confía en que el comportamiento del sector salud contribuya a mantener la inflación en niveles bajos durante el último bimestre. En la Secretaría de Comercio y en Economía coinciden en que “la coordinación de precios administrados será clave”. Especialmente, para cumplir con las metas fiscales y los compromisos asumidos con el FMI.
Los analistas privados, en cambio, advierten que los costos médicos —equipamiento, insumos y salarios— podrían presionar sobre las tarifas de diciembre. Sin embargo, no esperan un desborde en el corto plazo, ya que la mayoría de las empresas del sector mantiene un acuerdo informal de prudencia tarifaria con el Ejecutivo.