Fede Bal fue uno de los invitados de La Noche de Mirtha y no logró esquivar la pregunta más incómoda que todos esperaban: sus múltiples relaciones y el mote de “infiel” que lo persigue desde hace años. Con su estilo directo, Mirtha Legrand le preguntó por sus noviazgos y separaciones, logrando que el hijo de Carmen Barbieri hiciera una confesión inesperada.
Las preguntas de Mirtha Legrand a Fede Bal
“¿Cuántas novias tuviste? ¿Nunca te casaste?”, indagó la diva. Con una sonrisa nerviosa, Bal respondió: “Oficiales, unas siete. No, nunca me casé. Estoy cumpliendo 36 y me parece que hoy la gente se vincula de otra manera. Yo mentí mucho, mucho, Mirtha”.
La conductora, sin dejar pasar la oportunidad, lo etiquetó en tono de broma como “un mentiroso oficial”. Sin embargo, Fede se puso serio y aclaró: “No me siento nada orgulloso. Estoy cambiando, estoy con muchos años de terapia”.
En medio de la charla, el actor explicó cómo suelen ser sus relaciones: “Tengo unos seis meses increíbles donde siento que es el amor de mi vida, pienso en hijos, en perros, en familia… pero después, cuando empezamos a convivir, algo en mí se apaga. Siento que se me va el amor”.
Lejos de culpar a sus parejas, Bal reconoció: “La falla está en mí. Cada mujer propone algo distinto y quiero investigarlo. Como dijo mi mamá: ‘A mi hijo le gustan todas, bajas, altas, gorditas, flacas…’”.
Mirtha lo acorraló con otra pregunta: “¿Y cómo terminás esas relaciones?”. El actor no dudó: “Antes mentía mucho. Hoy prefiero ser sincero. Tengo vínculos sexoafectivos donde pongo la verdad sobre la mesa. No muchas mujeres se bancan esa sinceridad, pero yo busco que la pasemos bien. Soy servicio, Mirtha. Quiero que la otra persona disfrute”.
Finalmente, Legrand le consultó si sueña con casarse y tener hijos. La respuesta sorprendió a todos: “Sí, creo que en algún momento quiero casarme, cuando encuentre a la persona acorde. Me encantaría tener un hijo, un gordito pecoso que corra por ahí. Mi mamá se muere por ser abuela, y aunque no puedo darle todo, le doy lo que puedo: mi tiempo y mi espacio”.
De esta manera, Fede Bal dejó entrever que, pese a su fama de infiel, no descarta el día en que logre sentar cabeza.