La actriz Graciela Alfano compartió con sus seguidores que está atravesando un episodio doloroso de salud: un brote de Herpes zóster, también conocido como “culebrilla”. Según explicó, ya había tenido esta afección previamente, pero ahora se manifestó en su rostro, lo que añadió mayor incomodidad.
La zona afectada implicó nervios faciales, lo que intensificó el malestar que describe como “muy doloroso”. Además, la exvedette indicó que el brote apareció en un contexto de estrés y agotamiento, factores que suelen contribuir a que el virus latente de la varicela se reactive. Esta vez, la ubicación en el rostro genera mayor sensibilidad y requiere un mayor cuidado médico.
Con su habitual humor, Alfano añadió una cuota de humor a la situación: “Ya me puse la cintita roja, cualquier cosa con que se me vaya”, comentó entre risas, aludiendo al amuleto que se suele usar para alejar las malas energías. Esta mezcla de sinceridad y humor permitió que el público más allá de la afección médica, perciba también la humanidad de su relato.
En su relato, la famosa de 72 años enfatizó la importancia de no minimizar los síntomas: ardor, erupciones cutáneas, ampollas y dolor nervioso son señales que no deben ignorarse. “Se pone bravo cuando te empiezan a doler los nervios faciales. A los que padecemos esto, les digo que es muy horrible, pero estoy fuera de peligro”.
A lo largo de los años, Graciela Alfano ya había enfrentado otro episodio de esta afección, aunque en aquella oportunidad en otra zona del cuerpo. El hecho de que se repita le sirve de recordatorio sobre cómo funciona este virus: permanece oculto en el organismo y puede reaparecer cuando hay un descenso del sistema inmunitario o exceso de tensión.
Al compartir cómo atraviesa este momento, Graciela Alfano transmitió un mensaje de empatía hacia quienes lo viven y refuerza que no es motivo de vergüenza sino de atención. En este contexto, más allá del sufrimiento físico, su testimonio se convierte en una herramienta de acompañamiento para quienes padecen esta enfermedad.
