El principal desafío que enfrentan hoy los gobernadores de Provincias Unidas es romper la polarización en la mayor cantidad de territorios posibles. Ese resultado los empoderará —o no— para encarar la nueva etapa que Javier Milei iniciará el lunes, marcada por posibles cambios en el Gabinete y expectativa por la reacción de los mercados. El Presidente deberá abrir una ventana de diálogo con los mandatarios provinciales, paso clave para garantizar la gobernabilidad que Estados Unidos reclama.
Los antecedentes para las fuerzas de centro no son alentadores. En las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre, sólo los hermanos Passaglia lograron romper la polarización en la Segunda Sección Electoral y ni siquiera quisieron ser identificados dentro de Somos Buenos Aires, el espacio que congregó a radicales y peronistas antikirchneristas. Los nicoleños quedaron segundos, a nueve puntos del primer puesto, mientras que el resto de los candidatos anti extremos quedó relegado.
Córdoba y Santa Fe, los bastiones más observados
“Competir desde el interior es muy difícil”, reconoció Martín Llaryora, gobernador de Córdoba, en una entrevista con La Voz del Interior. Su frase remite a la elección presidencial de 2023, cuando Juan Schiaretti fue candidato a presidente pero Milei arrasó en Córdoba. “Es un cordobés que podría haber sido un gran presidente, pero se votó a candidatos porteños”, se lamentó.
Dentro del espacio admiten que, si la elección de este domingo se polariza, todos los gobernadores saldrán golpeados. Aun así, Córdoba podría ser la excepción, donde el kirchnerismo es minoritario. Schiaretti mantiene una imagen positiva sólida, pero su sello pierde peso frente al de La Libertad Avanza. Las encuestas previas hablaban de una pelea voto a voto con Gonzalo Roca.
Los escenarios en disputa y las provincias clave
“Las provincias con escenarios de tercios van a ser las más afectadas por la polarización”, analizan en Provincias Unidas. Santa Fe es el ejemplo más claro. Gisela Scaglia, impulsada por el gobernador Maximiliano Pullaro, compite palmo a palmo con el peronismo renovado que postula a Caren Tepp y que crece en Rosario, distrito que concentra el 40% del padrón provincial. En tercer lugar se ubica Agustín Pellegrini, de La Libertad Avanza, quien contó con el respaldo directo de Milei en el cierre de campaña, señal del interés presidencial en ese territorio.
Llaryora y Pullaro gobiernan las dos provincias más populosas de Provincias Unidas y serán claves en la negociación con la Casa Rosada. Ambos mantienen reclamos pendientes por obra pública y fondos coparticipables. El santafesino pidió que Milei “deje que lo ayuden” y reclamó un “cambio de actitud”. Su par cordobés fue más duro: “Si en Córdoba se vota a Milei, lo que se hace es profundizar un modelo que destruye la microeconomía”.
Los aliados del norte y las expectativas en el litoral
En Corrientes, el gobernador Gustavo Valdés confía en un buen desempeño de su espacio. “Ya le ganamos el primer mano a mano”, dijo al cierre de campaña, en alusión a la elección local donde impuso a su hermano como sucesor. Con el envión del triunfo, busca ahora que Diógenes González supere a la libertaria Virginia Gallardo, tras semanas de tensión con la Casa Rosada por la frustrada alianza electoral.
También se espera un resultado favorable en Jujuy, donde Carlos Sadir intenta capitalizar el retorno político de Gerardo Morales. Con bajo perfil, el expresidente de la UCR volvió a involucrarse en la campaña. Sadir aseguró que el Gobierno “enfrenta muchos problemas” y que algunos “se resolverán en la Justicia”. “La nuestra es la alternativa a dos modelos que fracasaron”, sostuvo.
Patagonia y AMBA, los distritos más adversos
Los pronósticos más difíciles se concentran en la Patagonia y el Área Metropolitana. “Corremos de atrás”, admiten en Chubut, que renueva dos bancas de Diputados. En el entorno del gobernador Ignacio Torres reconocen que la polarización puede afectar sus chances. Lo mismo ocurre en Santa Cruz, donde Claudio Vidal espera retener una banca en una “elección de tercios”.
En Buenos Aires, Martín Lousteau busca ingresar al Congreso acompañado por Piera Fernández, mientras que Florencio Randazzo intenta revertir el flojo desempeño de Somos Buenos Aires. “No hay nadie mirando al gobernador, no está en juego la gestión”, reconocen analistas del espacio, aunque destacan que cada mandatario “puso al mejor candidato disponible”.
El peso político que se juega este domingo
Más allá del resultado, Provincias Unidas aspira a consolidar un bloque propio de al menos 25 diputados que actúe con independencia frente al kirchnerismo y a La Libertad Avanza. Con ese número, los mandatarios provinciales podrían imponer sus intereses en el Congreso y equilibrar las negociaciones con la Casa Rosada.
En privado, los operadores del espacio ya hablan de una segunda etapa política después de las elecciones. Si logran retener Córdoba y Santa Fe, y sumar aliados en el norte, Provincias Unidas podría transformarse en un actor clave de la gobernabilidad que Milei necesita para sostener su agenda económica y de reformas estructurales.
