En medio del debate por la reforma tributaria que impulsa el presidente Javier Milei, un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) expuso con crudeza la compleja estructura impositiva que afrontan los ciudadanos. De acuerdo con el informe, un argentino promedio puede llegar a abonar entre 21 y 46 impuestos anuales, dependiendo de su nivel de ingresos y hábitos de consumo.
El relevamiento identificó tres perfiles contributivos, elaborados a partir de los hechos imponibles —es decir, los actos o consumos que generan la obligación de tributar— y las fuentes de ingreso de cada individuo. En todos los casos, se consideró a personas que perciben un salario formal y lo destinan al consumo cotidiano.
El perfil 1 incluye a trabajadores con gastos básicos: alimentos, servicios públicos, telefonía, internet y plataformas de streaming. Este grupo afronta 21 tributos distintos, divididos entre 10 nacionales, 5 provinciales y 6 municipales. El IVA es el de mayor impacto, presente en el 100% de sus consumos, seguido por la Tasa Interna de Seguridad e Higiene (TISH) y Ingresos Brutos, ambos con una incidencia del 90%.
El perfil 2, en tanto, abarca a personas con propiedades, vehículos y consumos más amplios, como seguros, recitales, cine, electrodomésticos y compra de dólares. En este caso, el número asciende a 36 impuestos —15 nacionales, 7 provinciales y 14 municipales—. Nuevamente, el IVA encabeza la lista, seguido por la TISH, Ingresos Brutos y el impuesto al cheque.
Por último, el perfil 3 contempla a quienes además realizan viajes nacionales e internacionales, consumen en restaurantes o renuevan su automóvil. Este grupo soporta 46 tributos: 25 nacionales, 7 provinciales y 14 municipales. Si la persona es fumadora, el total puede trepar a 49 impuestos anuales.
El estudio también resalta que la eliminación del impuesto PAIS redujo parcialmente la carga fiscal entre 2024 y 2025, en especial para los consumos de streaming, la compra de divisas y los pasajes al exterior.
Desde el IARAF señalaron que la estructura tributaria argentina “presenta una superposición de gravámenes que impacta tanto en el poder adquisitivo como en la competitividad económica”. En ese sentido, el análisis adquiere relevancia en plena discusión por la reforma fiscal que el Gobierno busca aprobar en el Congreso, y que promete simplificar el sistema y reducir la presión impositiva.
