La nueva edición de MasterChef Celebrity (Telefe) sigue regalando momentos imperdibles. Esta vez, la protagonista fue Sofía Gonet, más conocida como “La Reini”, quien desató carcajadas —y alguna que otra polémica— al mandarse con una frittata que terminó teniendo más condimentos mediáticos que culinarios.
¿Cómplices en MasterChef Celebrity?
Todo arrancó cuando Donato de Santis le preguntó qué había preparado. “Es una frittata”, respondió segura. Pero cuando el chef italiano quiso saber de dónde había salido la idea, Sofía no dudó en mandarlo al frente a Damián Betular: “Este plato es obra de Betular, mi amigo”. El pastelero se defendió rápido: “No era así… era una sartén un poquito más grande”. Sin embargo, al probar el plato no tuvo piedad: “Super cruda la cebolla”.
Donato, con su clásica calma, fue más técnico: “Le falta entusiasmo al paladar”. Pero Betular remató con una frase que hizo estallar de risa al estudio: “Una hora para una frittata… no sé en qué momento achicaste la sartén”. Hasta ahí, una escena más del reality. Pero la verdadera polémica estalló afuera del estudio, y tuvo como protagonistas a Wanda Nara, Homero Pettinato y la propia Reini.
Durante una entrevista en el streaming Sería Increíble (OLGA), Wanda se enteró en vivo que Homero era el ex de Sofía Gonet, algo que la dejó atónita. “¡Se habla un montón de vos en el programa y no sabía quién eras!”, exclamó. Acto seguido, lanzó sin filtro: “Ella es muy sexy. ¿Cómo la dejaste ir?”.
Homero respondió con ironía: “Ella me dejó ir a mí”, y luego deslizó una frase que encendió las redes: “Con dos horas de preparación todos somos divinos”. Wanda lo frenó de inmediato: “Eso es muy feo que un ex hable así”.
Pero el comentario ya había llegado a los oídos de La Reini, que explotó en redes: “Estoy completamente odiada con mi ex. Dijo que cualquiera es linda con dos horas de preparación. Es un desubicado. ¡Acá somos lindas al natural!”. Así, entre frittatas fallidas, chicanas de ex y devoluciones filosas, MasterChef volvió a liderar el rating de la noche, demostrando que, más allá de la cocina, el verdadero fuego está en el drama.
