Un cacerolazo frente al Hospital Garrahan reunió a trabajadores y familiares tras la decisión de Javier Milei de suspender la aplicación de la ley de Emergencia Pediátrica. Médicos y residentes calificaron la medida como un «atropello autoritario». Desde la APyT confirmaron que impulsarán denuncias penales y un pedido de juicio político.
Impacto de la suspensión de la ley en el Garrahan
Médicos, técnicos y familiares del Hospital Garrahan realizaron la protesta durante un paro de 24 horas. Reclaman que el Gobierno reglamente y aplique la ley de Emergencia Pediátrica. La norma, aprobada por el Congreso, reasigna fondos para insumos, infraestructura y sueldos de personal médico y residentes.
Desde la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT) denunciaron que la decisión del presidente Milei es «un atropello autoritario». Cuestionaron la intervención del Poder Ejecutivo en leyes ya ratificadas. «¿Hasta cuándo vamos a soportar esto como pueblo? Hay que terminar con tanta crueldad y prepotencia», afirmaron.
El cacerolazo reunió a trabajadores, familiares y pacientes en la puerta del hospital. La APyT advirtió que la suspensión afecta la atención pediátrica y la seguridad de niños y adolescentes.
Denuncias y pedido de juicio político
La APyT anunció que presentará denuncias penales contra miembros del Poder Ejecutivo. También pedirá que se inicie un juicio político contra Milei y funcionarios clave, como el ministro de Economía, Luis Caputo, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
Según la organización, estas acciones buscan proteger la democracia y garantizar la aplicación correcta de leyes que afectan la salud de menores. Fuentes del hospital señalaron que esperan que la medida genere presión suficiente para revertir la suspensión.
Los trabajadores indicaron que mantendrán la alerta y podrían tomar nuevas medidas si el Gobierno de Javier Milei no reglamenta la ley. La tensión entre el sector sanitario y la gestión de Milei sigue creciendo.
El paro y el cacerolazo se suman a otras manifestaciones recientes en la capital. Reflejan un clima de confrontación entre el Ejecutivo y distintos sectores del ámbito público, especialmente en salud.
La APyT concluyó que la movilización no solo es un reclamo laboral. También es un llamado a la comunidad y a los medios para prestar atención a esta «novedad gravísima para la democracia y para los niños, niñas y adolescentes del Garrahan».