El último informe del banco Citi sobre la Argentina identificó una oportunidad de mejora estructural de mediano plazo, impulsada por la consolidación fiscal, el respaldo internacional y una sociedad que demanda reformas profundas. Según la entidad, el resultado electoral del domingo no definirá el rumbo del país tanto como la reacción del presidente Javier Milei el lunes siguiente, cuando deberá demostrar su capacidad de sostener la gobernabilidad y el consenso político.
El documento sostiene que la Argentina enfrenta su déficit más complejo: el déficit de confianza. En ese sentido, los analistas de Citi plantearon que la volatilidad actual responde más a la incertidumbre política que a la económica, y describieron un fenómeno de “desviación estándar electoral”, en el cual los resultados son impredecibles incluso frente a mejoras macroeconómicas.
Superávit, inflación y señales de recuperación
Durante la primera etapa de gestión, que abarca desde diciembre de 2023 hasta marzo de 2025, el banco destacó que Milei logró un rápido aumento en los niveles de confianza, lo que le permitió aprobar reformas estructurales en el Congreso. Entre los principales logros, Citi subrayó el ordenamiento fiscal, la reducción del déficit primario —que pasó de 2,8% del PBI en 2023 a un superávit de 1,8% en noviembre de 2024— y la recuperación económica impulsada por el crédito privado, con una proyección de crecimiento de 4,8% para 2025.
El informe también resaltó la fuerte desaceleración de la inflación: tras alcanzar un pico del 295% anual en 2023, la tasa descendió al 118% en 2024 y se proyecta en torno al 30% para 2025. Este proceso de desinflación, explicaron, fue acompañado por un mejor manejo de los precios relativos y una recomposición gradual del poder adquisitivo.
El problema de las reservas y la confianza del mercado
Pese a los logros macroeconómicos, el Citi advirtió sobre una de las principales vulnerabilidades del programa: la falta de acumulación de reservas. Según el informe, la prioridad del Gobierno fue reducir la inflación antes de los comicios. Postergando así una corrección cambiaria que habría permitido fortalecer al Banco Central. “Suprimir el tipo de cambio sin un colchón robusto de reservas resultó insostenible”, subrayó el informe.
A partir del segundo trimestre de 2025, el escenario político se tornó más complejo, con tensiones entre la Casa Rosada y los aliados iniciales. El banco atribuyó esa ruptura a una lectura equivocada de los resultados electorales en la Ciudad de Buenos Aires. Lo que derivó en un aislamiento político momentáneo y un aumento de la incertidumbre financiera.
El desafío del consenso y el apoyo internacional
Para Citi, el verdadero riesgo radica en la pérdida de coordinación entre política y economía. El informe mencionó mensajes contradictorios sobre el futuro del régimen cambiario, ajustes abruptos en las tasas de interés y una reducción drástica de instrumentos de deuda que inquietó a los mercados.
No obstante, el banco se mantiene optimista respecto al apoyo de Estados Unidos, que considera fundamental para asegurar estabilidad y financiamiento. “El respaldo del Tesoro norteamericano trasciende la asistencia financiera: busca sostener consensos políticos y garantizar la continuidad de las reformas estructurales”, explicó el reporte.
Las provincias, actores clave del nuevo ciclo
Otro punto destacado fue el rol de los gobernadores provinciales, quienes —según Citi— se convirtieron en “accionistas del proceso de reformas”. La expansión de inversiones en minería, energía y tecnología colocaría al interior del país como motor del crecimiento económico y la creación de empleo, con beneficios que se proyectan hasta 2030.
El lunes, el día decisivo
“El lunes pesa más que el domingo”, concluye el informe. Para Citi, la verdadera prueba del Gobierno será su reacción inmediata tras las elecciones. Más allá del resultado, la clave estará en reconstruir consensos, recomponer reservas y mantener la previsibilidad económica.
