Uruguay dio este miércoles un paso histórico al legalizar la eutanasia, tras la aprobación en el Senado del proyecto de ley de Muerte Digna. La votación, que se extendió durante más de diez horas, contó con el apoyo del Frente Amplio y de varios legisladores de los opositores Partido Colorado y Partido Nacional.
La ley aprobada garantiza el derecho a «transcurrir dignamente el proceso de morir», despenalizando la eutanasia en mayores de edad psíquicamente aptos que atraviesen etapas terminales de enfermedades incurables e irreversibles, o que padezcan sufrimientos físicos o psicológicos insoportables.
Un debate extenso y transversal en el Senado
El proyecto fue defendido como un acto de libertad y dignidad humana.
El senador frenteamplista Daniel Borbonet, miembro informante durante el debate, destacó que la iniciativa fue el resultado de un proceso responsable y participativo.
“Este proyecto ha sido construido con responsabilidad, muy debatido en diputados y con comunicación directa entre senadores. Se han establecido garantías claras para proteger a los pacientes y se deposita confianza en los equipos médicos. Se ha respetado la voluntad individual”, afirmó.
Borbonet enfatizó además que la ley no impone conductas ni obliga a nadie. “Es un derecho a decidir. Transcurrir con dignidad el proceso final de la vida no es un delito, y no se debe penalizar a quien elija hacerlo con asistencia médica”, sostuvo.
Desde el Partido Colorado, el senador Ope Pasquet también respaldó la norma y la definió como “necesaria, liberal y humanitaria”.
“Hay mucha gente que llega al final de la vida afectada por enfermedades incurables e irreversibles, con sufrimientos insoportables. Algunos quieren acortar la vida para no sufrir hasta el final”, explicó en diálogo con la agencia EFE.
Un proceso legislativo que llevó más de un año
El camino hacia la legalización comenzó el 13 de agosto, cuando la Cámara de Representantes dio media sanción al proyecto.
Posteriormente, pasó a la Comisión de Salud Pública del Senado, donde legisladores y especialistas escucharon a organizaciones médicas, religiosas y de derechos humanos antes de elevar el texto al pleno para su votación final.
La norma aprobada establece que podrán acogerse al derecho de eutanasia los ciudadanos uruguayos y los extranjeros con residencia habitual comprobada.
Además, detalla el procedimiento médico-administrativo que deben seguir los pacientes y los profesionales de la salud involucrados.
Plazos para la reglamentación y control institucional
Con la ley ya sancionada, el Poder Ejecutivo deberá reglamentarla dentro de los 180 días posteriores a su promulgación.
Luego, se creará la Comisión Honoraria de Revisión, que funcionará bajo la órbita del Ministerio de Salud Pública y tendrá como misión evaluar los procedimientos realizados bajo la ley.
Esa comisión estará integrada por representantes del Ministerio de Salud, del Colegio Médico del Uruguay, de la Universidad de la República y de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo.
Deberá elaborar un informe anual para el Poder Ejecutivo y la Asamblea General, garantizando transparencia y supervisión sobre la aplicación del derecho a morir dignamente.
Con esta decisión, Uruguay se convierte en el primer país de América Latina en aprobar una ley de eutanasia.