Wanda Nara se conmovió profundamente al rememorar cómo fue su turbulenta separación de Mauro Icardi en el programa La Divina Noche de Dante, donde admitió que atravesó tres años de mucha presión e incertidumbre. Durante la entrevista, reveló su lucha interna por proteger a sus hijos mientras intentaba contener el dolor de esa ruptura.
Con la voz entrecortada, confesó que vivir en Turquía tuvo un alto costo emocional: “Estaba viviendo mal, en un país lejano con otra cultura”, expresó entre lágrimas. “Me costó mucho salir de mi relación, me resultó difícil salir de esa relación. Fueron tres años muy duros en los que intenté resguardar a mis hijos”.
El testimonio de Wanda Nara también abordó su estado de salud, ya que habló del momento en que le diagnosticaron una enfermedad de médula ósea. Además, dijo que no comprendía lo que le pasaba hasta que una punción y estudios posteriores lo clarificaron y agregó que los tratamientos han sido variables porque “la salud no es exacta”.
Al reflexionar sobre su proceso de sanación personal, Wanda mencionó que su relación con su padre se reavivó y que dejó de dar tanta importancia a lo que otros decían de ella. En este sentido, afirmó que ahora valora más “los momentos importantes” y que su enfoque actual está en ser madre, cuidar su salud y vivir con más honestidad.
Esta entrevista sorprendió porque se mostró como a una figura pública reconocida por su fortaleza emocional en un momento vulnerable, revelando que incluso detrás de la imagen mediática hay experiencias humanas profundas. Claramente, la contundencia de esas confesiones resonó entre sus seguidores y generó empatía hacia su etapa de reconstrucción personal en medio de tanta controversia.
Ahora Wanda Nara está en pleno regreso a la pantalla como conductora en MasterChef Celebrity (Telefe), un proyecto que, según ella, simboliza su capacidad de reinventarse. Mientras tanto, la separación con Mauro Icardi sigue siendo un capítulo sensible de su vida, cargado de emociones, decisiones y aprendizaje.