El drama personal que atraviesa Adriana Salgueiro quedó expuesto durante su visita a la mesa de Mirtha Legrand, donde la actriz se quebró al contar las amenazas de muerte que viene recibiendo desde hace meses. El relato, cargado de angustia y detalle, estremeció a todos los presentes y puso en evidencia el nivel de violencia al que fue sometida.
Qué dijo Adriana Salgueiro sobre sus amenazas
“En realidad, yo tuve una amenaza de muerte”, comenzó explicando Salgueiro, al recordar cómo se inició todo mientras realizaba un vivo en redes sociales. Allí, algunos usuarios empezaron a escribir mensajes inquietantes: “Me ponían ‘cuidate, Adrianita, cerrá bien la puerta de tu casa, algo muy malo puede pasarte’. Y muchas cosas más”. El episodio se volvió aún más grave cuando alguien publicó una dirección exacta. “Era mi antigua casa, yo ya no vivía ahí hacía un año, pero ellos no lo sabían. Ahí dije: ‘Esto ya no es un chiste, me están avisando seriamente’”.
La situación escaló cuando dos personas aparecieron en su antiguo domicilio de madrugada. “Fueron a las tres de la mañana y se quedaron hasta las cinco. No sé haciendo qué”, relató, visiblemente afectada. Las cámaras de seguridad registraron toda la secuencia: “Usaban gorrita, sabían dónde estaba la cámara, se tapaban y entraban con una ganzúa. Yo vi cómo abrían la puerta. Todo eso está grabado y mi abogado, Pablo Gómez de Olivera, lo presentó en la causa”.
Ante el peligro, la Justicia ordenó medidas de protección. Salgueiro contó que recibió un botón antipánico y un seguimiento policial permanente: “Mañana a las dos de la tarde tengo que retirar el botón. Me dieron teléfonos directos y están en contacto conmigo todo el tiempo”.
La investigación judicial ya tiene avances concretos. “La persona que hizo las amenazas es una mujer. Está identificada, tiene nombre, apellido, dirección y documento”, confirmó. Además, se agregaron nuevas pruebas al expediente, aunque la actriz no puede detallarlas hasta que la fiscalía lo autorice.
Desconcertada, Salgueiro aseguró que no entiende qué motivó las intimidaciones: “No debo nada, no me meto en política, no eché a nadie… No lo sé”. Aun así, fue contundente sobre su postura: “Voy a llegar hasta el final con esto. No me voy a rendir, aunque la esté pasando horrible”.
