Alberto Fernández cuestiona el “pasillo de espaldas” y defiende al Chiqui Tapia

El expresidente Alberto Fernández volvió al centro de la discusión tras opinar sobre el reconocimiento a Rosario Central en la previa del partido ante Estudiantes y defender al Chiqui Tapia, según informó la Agencia Noticias Argentinas. Sus declaraciones marcaron una nueva etapa en la polémica que atraviesa al fútbol argentino en estos días.

Fernández consideró que valorar la campaña del equipo rosarino “es un acto de honestidad intelectual”. Destacó que Central está “primero con varios puntos de diferencia” y que “ha sido el mejor”. Bajo ese marco, reconoció que la situación generó confusión, pero aclaró que su postura se apoya en los méritos deportivos del club.

El exmandatario también cuestionó el gesto del “pasillo de espaldas” realizado por Estudiantes. Lo calificó como una demostración innecesaria y poco apropiada. “Nunca usé al fútbol. No me parece que esté bien lo que hicieron”, afirmó. Recordó además los éxitos obtenidos por la Selección Argentina durante el mandato del sanjuanino. Mencionó la Copa América, la Finalissima y el Mundial como ejemplos de un ciclo deportivo exitoso.

En otro tramo de la entrevista, Fernández respaldó la labor del presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia. Señaló que su gestión superó las expectativas iniciales. “Nos sacó dos veces campeones de América y una vez del mundo”, indicó. De esa manera, defendió el trabajo institucional en un momento marcado por discusiones internas.

Las declaraciones se producen en un contexto cargado de tensiones. Diversos hechos recientes generaron debates intensos sobre reconocimientos, arbitrajes y comportamientos entre clubes. La situación también expuso diferencias entre dirigentes que, hasta ahora, permanecían en segundo plano.

Un clima caliente que no baja en el fútbol argentino

Los últimos días estuvieron atravesados por una sucesión de cruces que alteraron el ambiente deportivo. El reconocimiento a Rosario Central fue uno de los detonantes principales. Muchos lo interpretaron como un gesto justo y formal. Otros lo consideraron exagerado. También hubo voces que lo calificaron como una acción innecesaria en esta etapa del torneo.

El gesto de Estudiantes profundizó la discusión. El “pasillo de espaldas” se transformó en una señal que generó reacciones inmediatas. Algunos sectores lo vieron como una forma de protesta simbólica. Otros lo tomaron como una falta de respeto hacia el rival y hacia la organización del fútbol argentino. La escena terminó alimentando un clima ya cargado de tensión.

En ese sentido, la postura de Alberto Fernández sumó un matiz político y mediático. Sus palabras se integraron rápidamente a un debate que no parece llegar a su fin. Las opiniones divididas, los gestos dentro del campo y los mensajes entre dirigentes mantienen encendida la discusión.