La reconocida productora Cris Morena sorprendió en el debut del programa de entrevistas de Cristina Pérez, Camino a casa, con una aclaración muy emotiva. Al inicio del ciclo, dijo: “Este camino de vuelta a casa se grabó antes de la partida de mi nieta, Mila”. Con esa frase, contextualizó su participación con total sinceridad. Para ella, volver “a casa” no era solo una experiencia física, sino también espiritual: “Volver a mi alma, que hoy está habitada en amor por Ro y por Mila, para siempre”.
Más adelante, Cris Morena se explayó sobre el dolor más profundo que atravesó. Rememoró una historia sobre águilas que, para sobrevivir, primero deben arriesgarse a arrancarse todo para volver a renacer y aprovechó las cámaras para contar todo a corazón abierto y reflexionar:
“Una vez leí una historia de cómo las águilas hacen para sobrevivir: llegan a un momento en el que necesitan pasar por el sufrimiento más grande al arrancarse todas las plumas, también se sacan las garras de los pies. Quedan desprotegidas hasta que les crece todo de nuevo para poder volar. Yo hice eso. Me arranqué todo, me solté y me fui a la mierda, pero a un lugar lindo. Por eso digo que me salvaron la vida», manifestó la productora a las cámaras de Telefe.
La entrevista continuó con un tono íntimo y emocional y no solo se repasaron sus logros, sino también sus pérdidas más grandes. Ante esto, Cristina Pérez acompañó a Cris Morena a recorrer lugares significativos de su pasado, lo que desató evocaciones muy profundas. Los recuerdos de su hija Romina Yan, quien falleció el pasado 28 de septiembre de 2010, también estuvieron presentes, dándole una dimensión muy personal al episodio.
El mensaje de inicio generó impacto porque pone en evidencia que el programa fue filmado en otro momento, antes de que ocurriera la tragedia familiar. Esa aclaración no es menor: ayuda a entender la gravedad de las emociones que trascienden al aire. Con esa apertura, Morena conecta directamente con su audiencia. No elude el sufrimiento, sino que lo abraza para compartirlo.
Más allá del dolor, la productora argentina también transmitió un mensaje de resiliencia y reconstrucción. Al mirar atrás, reconoció que su vida pasó por un punto de quiebre, pero eligió sanar. Esa fortaleza se nota no solo en sus palabras, sino en su actitud. Y es que la famosa sigue de frente con mucha voluntad cumpliendo con sus compromisos laborales y llevando a sus estudiantes lo mejor del arte y la actuación.
Es de comentar que el debut de Camino a casa no fue solo la presentación de un nuevo programa, sino un acto de vulnerabilidad y sinceridad. Cris Morena habló de su historia sin filtros, con esa mezcla de nostalgia y valentía. Su mensaje resonó como un puente entre el pasado y el presente, y dejó claro que hablar del dolor también es honrar la memoria.
