Marcelo Gallardo enfrenta un escenario complejo en River. La falta de resultados y el bajón futbolístico del equipo lo dejaron en el ojo de la tormenta, sobre todo después del duro golpe recibido ante Boca. A pocos días del cierre del Torneo Clausura, el DT sabe que debe corregir errores urgentes, sin descuidar la planificación de lo que vendrá en busca de un equipo más sólido y competitivo.
Bajo ese panorama, River se prepara para su compromiso por la fecha 16 de la Liga Profesional, cuando visite a Vélez este domingo. Más allá de que el foco está puesto en conseguir los tres puntos, la dirigencia y el entrenador ya tienen la mira puesta en un fichaje estratégico para el próximo mercado de pases.
Gallardo quiere al sucesor del Pity Martínez para River
El motivo principal de la búsqueda de Gallardo es la partida confirmada de Gonzalo Martínez. El Pity dejaría de estar bajo los servicios del entrenador a partir del año próximo, marchándose de River en condición de libre. Para cubrir esta sensible baja en la ofensiva, el Muñeco apunta a un viejo conocido que hoy milita en Europa: Benjamín Domínguez.
Domínguez, surgido en Gimnasia de La Plata, ya había sido sondeado por River antes de su transferencia al exterior. Actualmente, el jugador se encuentra en Bologna de Italia, equipo al que llegó a mediados de 2024. Sin embargo, Gallardo se puso al tanto de que el extremo atraviesa un «flojo presente» en el fútbol italiano. Por ello, lo tiene como uno de los principales apuntados para suceder a Martínez.
El presente de Domínguez en Bologna no ha sido el esperado, sumando un total de 32 partidos, con cuatro goles y cuatro asistencias. Si bien el jugador tenía la idea inicial de asentarse en Europa para lograr tener chances con Lionel Scaloni en la Selección Argentina, su difícil actualidad podría facilitar las negociaciones.
La principal barrera para River será económica. Domínguez tiene un contrato vigente con el club italiano hasta mediados de 2029. Según el sitio especializado Transfermarkt, el valor de mercado del futbolista es de 12 millones de dólares, una cifra que obliga a la dirigencia del Millo y a Gallardo a tomar nota.
