MasterChef Celebrity vivió una de sus noches más desbordadas y memorables, con un segmento de mercado que dejó a los televidentes sin respiro. Lo que empezó como un desafío físico divertido terminó convertido en una escena caótica, cargada de gritos, vidrios rotos, accidentes y un exabrupto de Wanda Nara que encendió todas las alarmas en el estudio.
Qué pasó anoche en MasterChef Celebrity
El desafío proponía que los participantes trabajaran en duplas, aunque la ayuda era relativa: uno de ellos debía recorrer el mercado con los ojos completamente vendados, mientras que el otro debía dirigirlo. La mecánica, explicada por Germán Martitegui y reforzada por Donato de Santis, obligaba además a retirar el doble de cada ingrediente, ya que la preparación sería individual.
Ian Lucas ganó la ventaja inicial y eligió como compañera a Valentina Cervantes “porque cocina muy bien”. El resto de las duplas se completó con combinaciones explosivas: Andy Chango con Alex Pelao, Miguel Ángel Rodríguez junto a Evangelina Anderson, Momi Giardina con el Turco Husaín, y Emilia Attias con Eugenia Tobal.
Ya desde el primer minuto dentro del mercado, el desastre se hizo protagonista. Alex Pelao, a ciegas, estuvo a punto de tirar una fila entera de frascos que terminaron rodando hasta los pies de Wanda. La conductora, entre risas y susto, intentó evitar el golpe. Acto seguido, Miguel Ángel Rodríguez casi le da un portazo de heladera en plena cara. El clima se volvió tan tenso que Wanda, desbordada, lanzó un contundente “¡Renuncio!”, entre queja y humor, que dejó a todos mudos.
El caos llegó a su pico máximo cuando Miguel Ángel derribó frascos de vidrio al finalizar el tiempo. Wanda pegó un grito desesperado: “¡Nooo! ¡Me voy a cortar! ¡Tengo sandalias!”. Entre harina, azúcar y tomates cherry desparramados, Evangelina Anderson no podía contener la risa mientras el humorista preguntaba si ya estaban saliendo del mercado.
Al final de la gala, Ian Lucas, Eugenia Tobal y Alex Pelao fueron destacados como los mejores. Ian resultó ganador y protagonizó un momento inesperado cuando quiso cederle su lugar en el balcón a Valentina. Ella, firme, lo frenó: “Está loco Ian, no lo voy a permitir”. El jurado sentenció: la decisión ya estaba tomada. Así, Ian subió al balcón mientras el resto se prepara para enfrentar una gala de eliminación que promete más tensión. MasterChef volvió a demostrar que en su cocina nunca falta el descontrol.
