El ministro de Economía, Luis Caputo, salió nuevamente a respaldar el valor del dólar mayorista en medio de las críticas por la falta de acumulación de reservas. Lo hizo con una frase contundente que generó repercusión inmediata en los mercados: «Primer caso en el mundo de un programa económico que aumenta las cantidades exportadas a niveles récord, con tipo de “cambio atrasado”».
El mensaje fue publicado en la red social X, donde el ministro volvió a desestimar que el tipo de cambio esté por debajo del nivel de equilibrio. Su argumento central: las exportaciones medidas en cantidades están alcanzando niveles históricos, algo que —según Caputo— no sería compatible con un dólar atrasado.
Exportaciones y retenciones cero: el contexto que no mencionó
Un matiz clave del debate es que el récord exportador de septiembre coincide con la ventana de “retenciones cero” aplicada por el Gobierno, con un cupo de USD 7.000 millones que rigió durante menos de tres días. La medida buscó acelerar liquidaciones en plena negociación del swap por USD 20.000 millones con Estados Unidos, generando tensiones con productores que consideraron que el beneficio favoreció a las grandes cerealeras.
De acuerdo con los datos del INDEC, en septiembre las exportaciones sumaron USD 8.128 millones. Mientras que las importaciones totalizaron USD 7.207 millones, dejando un superávit comercial de USD 921 millones. Los productos primarios aportaron USD 2.025 millones, con un incremento interanual del 24,9%.
El dólar mayorista y la banda cambiaria
Pese a la reciente baja del mayorista —que este jueves cotizó a $1.446, cayendo $7,3 respecto al día previo— la distancia con el límite superior de la banda se mantiene corta, lo que genera interrogantes entre analistas y operadores. La diferencia con el techo de la banda es de apenas $63,48.
Desde el oficialismo insisten en que esto no implica atraso, sino un comportamiento normal del mercado. Felipe Núñez, director del BICE, respaldó la postura de Caputo y afirmó que «no puede estar atrasado cuando tenemos exportaciones batiendo récord tras récord». El directivo tampoco mencionó el efecto de la baja de retenciones que explotó ese salto exportador.
¿“Banda dentro de la banda”? Las dudas de los economistas
Pese al optimismo del equipo económico, algunos analistas sostienen que existe un régimen cambiario no declarado. Ricardo Delgado, presidente de Analytica, describió el funcionamiento actual como “una banda dentro de la banda”. Cuando el mayorista cae por debajo de $1.400, el Tesoro compra reservas, y el techo operativo tolerado serían los $1.500.
El economista Leo Anzalone sumó que la afirmación previa de Caputo —cuando dijo estar “cómodo” con un dólar de $1.500— fue una señal política, no un objetivo de intervención diaria. También advirtió que un tipo de cambio por debajo de $1.400 “no luce sostenible”, dado que aumenta la demanda privada de divisas.
Un escenario frágil para las reservas
La principal preocupación del mercado sigue siendo la acumulación de reservas, un punto subrayado incluso por voces más moderadas. El ex director del Banco Central, Martín Redrado, advirtió que el objetivo central de la política cambiaria debería ser recomponer reservas para evitar volatilidad.
Redrado comparó la situación con Brasil, donde el Banco Central utilizó USD 30.000 millones para estabilizar el real cuando superó los 6,2 por dólar. La diferencia es que Argentina aún no cuenta con un colchón de magnitud similar.
Un mensaje político en clave económica
La defensa del dólar no solo busca influir sobre los mercados, sino también consolidar un rumbo político-económico tras las elecciones de medio término. Para el Gobierno, sostener que no existe atraso cambiario es clave para evitar presiones devaluatorias que el kirchnerismo utiliza como bandera para cuestionar la estabilidad del programa libertario.
Con exportaciones en ascenso y sin señales de desorden inmediato, Caputo intenta reforzar que el rumbo económico elegido por Milei mantiene coherencia interna. Pero la tensión entre la banda cambiaria, la fragilidad de reservas y las condiciones externas sigue siendo el principal desafío que enfrentará el Ministerio de Economía en los próximos meses.
