Cada aparición pública de Carlos Bianchi genera repercusión inmediata y su participación en el Olé Summit no fue la excepción. El Virrey, entre Francia y Argentina, repasó distintos temas del fútbol local y sorprendió al detenerse en el presente de Marcelo Gallardo, quien atraviesa uno de los momentos más delicados desde que regresó al club.
El diagnóstico de Bianchi sobre Gallardo
Con la autoridad que le dan sus ciclos históricos en Boca, el exentrenador trazó un análisis crudo del escenario actual en Núñez. Para él, la situación que vive el Muñeco es tan inesperada como compleja. “La de Gallardo es una situación difícil para vivir, y el primero que no la quiere vivir es él”, afirmó sin rodeos.
Bianchi remarcó que, más allá de los refuerzos que llegaron y del plantel competitivo que River armó, el contexto se volvió adverso como pocas veces. Según su visión, ni el propio Gallardo se imaginaba enfrentar un panorama tan poco favorable luego de su exitoso primer ciclo.
River en crisis: plantel, resultados y presión
El Virrey apuntó a varios factores: una inversión fuerte en el mercado, un rendimiento que nunca terminó de despegar y una seguidilla de malos resultados que alimentaron el malestar general. En palabras del exDT, “River tiene un buen plantel y compró media docena de jugadores, pero igual te llega la mala y hay que encontrarle la vuelta”.
Hoy, el Muñeco pelea por meterse en la Copa Libertadores, convive con cuestionamientos como nunca antes y debe convivir con un nivel colectivo que no responde a las expectativas. Un escenario inédito para un entrenador acostumbrado a la gloria doméstica e internacional.
La comparación que dejó a todos pensando
Consciente de lo que significa perder terreno después de años de éxito, Bianchi cerró su análisis poniéndose simbólicamente en el lugar del entrenador riverplatense. “¿Vos creés que a Hamilton le da placer estar decimoquinto con la Ferrari? A alguien que salió siete veces campeón de la F1 no le da ningún placer”, sostuvo, planteando un paralelismo que expone la magnitud del golpe anímico.
Más allá del mal momento, el Virrey recordó que Gallardo ya demostró estar a la altura de grandes dificultades. Su mensaje fue claro: incluso los más ganadores atraviesan turbulencias y el desafío del Muñeco será reencontrar su rumbo.
