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POLÍTICA

Cómo Javier Milei reordena su Gabinete y redefine el mapa de poder en el Gobierno tras el triunfo electoral

 

La administración libertaria consolidó una nueva mesa chica con seis integrantes, encabezada por Karina Milei. Adorni y Santilli emergen como piezas clave en la negociación con los gobernadores.

 
Milei

Resultaba paradójico que el Gobierno de Javier Milei se viera envuelto en internas tras haber conseguido un triunfo nacional contundente. En los días posteriores a las elecciones legislativas, los cambios en el Gabinete y las operaciones políticas internas ocuparon el centro de la escena, eclipsando cualquier otro tema de gestión.

Sin embargo, una semana después, la dinámica de poder dentro de la Casa Rosada comenzó a ordenarse. El oficialismo busca capitalizar la “luna de miel” política que generó el resultado electoral, que le dio más del 40% de los votos nacionales y victorias en más de una docena de provincias. Con bloques fortalecidos en ambas cámaras y una agenda de reformas en marcha, Milei encara esta nueva etapa con un frente político más cohesionado.

Karina Milei consolida su liderazgo

La secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, emerge como la gran articuladora del nuevo esquema. Bajo su órbita, se afianzan dos dirigentes de confianza: Manuel Adorni, al frente de la Jefatura de Gabinete, y Martín Menem, en la Cámara de Diputados. Ambos son considerados karinistas puros dentro de la estructura libertaria.

En el Congreso, se suma el ascenso de Eduardo “Lule” Menem como operador nacional y de Sebastián Pareja, con influencia en la provincia de Buenos Aires. “El triángulo de hierro murió”, aseguran desde el entorno más cercano de Karina, en referencia a la etapa anterior marcada por la coexistencia entre ella, Santiago Caputo y Federico Sturzenegger.

Bullrich y Santilli, nuevos equilibrios

En el Senado, Patricia Bullrich fue designada como jefa de bloque, lo que refuerza su vínculo directo con la Casa Rosada. Aunque no obtuvo la Presidencia Provisional —cargo que quedaría en manos de la neuquina Nadia Márquez—, Bullrich asumirá un rol político central.

Mientras tanto, el futuro ministro del Interior, Diego Santilli, se prepara para jurar esta semana y consolidar su ascenso como interlocutor con los gobernadores. Junto a Adorni, conformará el eje político del Gobierno, con la misión de garantizar los consensos necesarios para aprobar el Presupuesto 2026 y las reformas estructurales en materia laboral, tributaria y penal.

Caputo mantiene su influencia

El asesor presidencial Santiago Caputo conserva su poder informal en la coordinación política y estratégica. Aunque su nombre sonó para ocupar un cargo ministerial, optó por mantener su influencia desde fuera del Gabinete. “No ayudaba que sea ministro del Interior. Bajo ese título era un fusible; desde su posición actual puede operar sin restricciones”, explican cerca suyo.

Caputo sigue participando de la nueva Mesa Política, un grupo reducido que integran, además de él, Karina Milei, Adorni, Santilli y los Menem. Este núcleo será el encargado de definir la estrategia de negociación con los gobernadores y de evitar la duplicidad de interlocutores que complicó la gestión en los primeros meses.

La agenda con las provincias

Santilli y Adorni acordaron continuar esta semana con reuniones bilaterales con mandatarios provinciales antes de convocar a una cumbre general. “Es mejor que conozcan nuestra agenda y nosotros la de ellos. Luego vendrá una reunión ampliada para definir el Presupuesto”, explicaron fuentes oficiales.

El lunes pasarán por la Casa Rosada los gobernadores Marcelo Orrego (San Juan), Gustavo Sáenz (Salta) y Martín Llaryora (Córdoba). También podría concretarse un encuentro entre Milei y Gustavo Valdés durante la visita del Presidente a Corrientes para un evento libertario, aunque aún no está confirmado.

Cambios en la estructura del Ejecutivo

Adorni absorberá nuevas áreas dentro de la Jefatura de Gabinete, incluyendo la Secretaría de Comunicación y Prensa, y la de Turismo, Ambiente y Deporte, que continuará a cargo de Daniel Scioli. El funcionario planea una reestructuración interna para reducir direcciones nacionales y generales heredadas de la gestión de Guillermo Francos.

Con la asunción de Santilli también se definirá su secretario de Provincias y Municipios, un cargo clave para fortalecer la relación con los intendentes. Su designación, aún bajo reserva, marcará el perfil político que el nuevo ministro busca imprimir a su gestión.

La situación en otros ministerios

Mientras tanto, el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, seguirá en el cargo pese a que había manifestado su intención de renunciar por motivos de salud. Karina Milei le pidió que permanezca, al menos hasta que se reordene la estructura de su cartera. En ese proceso, el secretario de Justicia, Sebastián Amerio, actúa bajo la coordinación de Santiago Caputo.

El Gobierno también mantiene conversaciones discretas sobre la cobertura de vacantes en el Poder Judicial. Si bien la atención pública está puesta en la Corte Suprema y la Procuración General, en Tribunales advierten que “el Ejecutivo subestima la cantidad de juzgados federales y nacionales vacantes, lo que genera ineficiencia por exceso de subrogaciones”.

Un nuevo equilibrio de poder

La salida de Cecilia Loccisano, ex viceministra de Salud, marcó el final de una etapa de tensiones internas. Según fuentes oficiales, su renuncia fue más política que administrativa, tras un largo desgaste con el ministro Mario Lugones.

Con los cambios ya encaminados y una estructura más definida, la Casa Rosada busca proyectar una imagen de cohesión y liderazgo. El nuevo equilibrio, más centralizado en Karina Milei, apunta a ordenar la gestión y garantizar estabilidad política en una etapa clave del gobierno libertario.