Dady Brieva fue el invitado de la semana en el programa de Dante Gebel, y la entrevista no dejó tema sin tocar. Con su estilo frontal y sin vueltas, el actor habló sobre su relación con la política, el costo personal de sus declaraciones y el rol que, según él, deben asumir los artistas en la Argentina.
La gran confesión de Dady Brieva
Apenas comenzada la charla, Gebel fue directo al punto: “¿Por qué te pusiste a opinar sobre política?”. Lejos de esquivar el asunto, Brieva respondió con total honestidad. “No me puedo callar”, expresó. Para el ex Midachi, opinar sobre la realidad social y política del país no es una pose ni una estrategia: es algo que siente como una necesidad. “No puedo mirar para otro lado”, remarcó, dejando claro que su postura nace de una convicción profunda.
El humorista reconoció que sus intervenciones públicas generaron polémica y hasta conflictos dentro del ambiente artístico. Sabe que no todos aceptan que un famoso tome partido o se involucre en debates públicos, pero aseguró que eso no le cambia el camino. “Sé que a muchos no les gusta, pero prefiero ser coherente conmigo mismo”, afirmó.
Brieva también reflexionó sobre el rol de los artistas en la Argentina y la influencia que tienen sobre la opinión pública. “Tenemos una responsabilidad porque la gente nos escucha”, sostuvo. Para él, quedarse en silencio frente a situaciones que afectan a la sociedad no es una opción. Su intención nunca fue provocar confrontación, sino aportar una mirada y abrir el diálogo.
En otro tramo de la charla, habló del costo emocional que implica involucrarse: “A veces te la jugás y te va mal, pero prefiero eso antes que callarme”. Aun así, destacó que, más allá de las críticas, siempre mantuvo su esencia: “Yo soy así, no me sale otra cosa”.
El momento más divertido llegó sobre el final, cuando Gebel quiso saber si había algo de lo que se arrepintiera. “¿Dirías ‘de esto me arrepiento’?”, preguntó. Y Dady contestó sin dudar: “No, porque hice fracasos recordables, como Dadivertido. Me enseñaron un montón”. Ante la insistencia del conductor, remató con humor: “Te juro que de nada. Soy un psicópata, ja, ja, ja”.
