La última emisión de MasterChef Celebrity tuvo como protagonistas absolutos a los hijos de los participantes. Sorpresivamente ingresaron al estudio y transformaron por completo la dinámica habitual del reality. Con emoción, risas, caos organizado y espontaneidades típicas de la infancia, los chicos dominaron la noche desde el minuto uno y se llevaron todas las miradas.
El programa comenzó con Germán Martitegui anticipando que habría “ayudantes muy especiales”, antes de que los niños ingresaran en fila hacia las estaciones de sus padres. Las redes explotaron de inmediato: cada gesto, cada comentario y cada ocurrencia se volvió material de viralización instantánea.
Los invitados en MasterChef Celebrity
Wanda Nara fue la encargada de recibirlos y presentar uno por uno a los pequeños. Los niños no tardaron en meterse de lleno en el desafío de la noche. Serían ellos quienes elegirían los ingredientes del mercado con los que sus padres tendrían que cocinar. La decisión desató una catarata de situaciones desopilantes.
Uno de los momentos más tiernos lo protagonizó Mateo, el hijo del Turco Husaín. Wanda, con humor, lo encaró: “Un pajarito amigo de tu papá me dijo que sos tremendo, ¿es verdad?”. Él respondió sin dudar: “Sí”, generando carcajadas en todo el estudio. Algo similar ocurrió con Ema, la hija de Eugenia Tobal, quien no solo se apareció sin aviso en medio de una conversación, sino que además soltó una sinceridad brutal: “Mi mamá sí”, dijo cuando Wanda preguntó si alguna vez Tobal había llegado enojada por decisiones del jurado.
Pero quien se robó la noche fue Benjamín, el hijo de Valentina Cervantes. Su paso por el mercado fue caótico, libre y absolutamente encantador: eligió ingredientes sin filtro, incluyendo cuatro kilos de naranjas, mientras recorrió cada pasillo como si fuera un parque de diversiones. Por fortuna, Olivia, su hermana mayor, lo ayudó a ordenar mínimamente la selección.
