Fede Bal volvió a abrirse como pocas veces. Lo hizo en una entrevista donde se sinceró sobre la imagen que los medios le habían impuesto tras sus turbulentas relaciones bajo el ojo público. “A mí no me gustaba lo que daba la tele”, comenzó contando.
En diálogo con Mati Rosu para Futurock, Fede Bal se mostró reflexivo y honesto. En este sentido, lamentó “la imagen que tenía la tele de mí”. El actor y conductor se cansó de ser encasillado como un “rompecorazones” o “infiel”. Su voz llegó en un momento en que quiso separar al Fede Bal real del personaje que tanto daño le hizo.
Fede Bal relató cómo transicionó de esa imagen negativa a una nueva actitud que abraza el “amor libre”. Admitió que no le resultaba cómodo ni auténtico el rol que le atribuían. “Los últimos años fue que era un chabón infiel que no podía mantener una relación y siempre terminaba mal”, lamentó.
Pero fue aún más allá y explicó que lo que vive hoy es un proceso de cambio profundo. “Soy mucho más que eso. Yo soy un buen chabón, tengo problemas con mi fidelidad y con los vínculos monogámicos, muchos problemas”, confesó con total sinceridad.
Fede Bal se hace responsable de sus actos
En su charla con Rosu, Fede Bal remarcó que la terapia fue clave para cambiar su percepción y modo de vivir. “Después de un montón de años de terapia, creo que llego a un lugar donde hoy, no digo que es para siempre ni nada. Hoy estoy haciéndome cargo de mis deseos y es re importante eso”, afirmó.
La voluntad de Fede Bal parece clara. El objetivo es evitar lastimar a quienes se cruzan en su camino y ser transparente, puesto que esa honestidad es la base de sus relaciones actuales. “Poder no lastimar, no mentirle más a nadie, ser sincero con cualquier mujer que me incurso y me gusta”, expresó convencido.
