River llegó a los playoffs del Clausura en un momento deportivo inesperadamente delicado. Después de un tramo final flojo, el equipo de Marcelo Gallardo se metió en los octavos gracias a tropiezos ajenos, algo que generó alivio pero también preocupación entre los hinchas. El DT fue categórico al advertir en el vestuario que “ahora empieza otro torneo”, marcando el inicio de un nuevo desafío para un plantel que necesita reaccionar.
El Millonario arrastra una racha inquietante: no gana desde el 18 de octubre, fecha en la que también convirtió sus últimos goles oficiales. Esa sequía de juego y contundencia generó un clima tenso en Núñez, aunque puertas adentro confían en que el mano a mano será la oportunidad ideal para cambiar el rumbo.
Un cruce caliente para encender los playoffs
El rival ya es un hecho: River visitará a Racing en Avellaneda en un duelo que promete un clima eléctrico. El partido todavía debe definir día y horario, pero está confirmado que será el próximo fin de semana y que se disputará en el Cilindro. El antecedente reciente entre ambos suma condimento: en la Copa Argentina, el Millonario eliminó a la Academia con un gol decisivo de Maximiliano Salas, un recuerdo que todavía arde en Avellaneda.
Para Gallardo, el cruce es una prueba de fuego. No solo por el momento futbolístico, sino porque Racing llega con la obligación de imponer su localía y evitar otra caída ante su clásico moderno en un torneo donde el margen es mínimo.
La gran incógnita: ¿habrá público en el Cilindro?
La previa del partido quedó atravesada por una duda que puede modificar por completo el clima del encuentro. Racing todavía debe resolver la sanción impuesta por Conmebol tras el recibimiento con bengalas ante Flamengo en la Libertadores. La pena incluye tres fechas sin público, pero solo se cumplió una.
La dirigencia trabaja para lograr una reducción o una alternativa intermedia, como aforo limitado o restricciones parciales, algo que podría permitir la presencia de parte del público local. Para un duelo de tal magnitud, la decisión será clave: un clásico sin hinchas cambiaría por completo la tensión del cruce.
Mientras tanto, en River observan el escenario con cautela. Más allá de quién esté en las tribunas, la preocupación principal pasa por levantar el nivel y cortar una racha que ya preocupa.
Lo que se juega River en este partido
Además de avanzar de fase, River se juega un impacto anímico enorme. Una eliminación temprana sería un golpe duro en un semestre donde el rendimiento no acompañó. Un triunfo, en cambio, podría significar el renacer futbolístico que el plantel viene buscando desde hace semanas.
La expectativa es total y el clima en la Liga Profesional empieza a calentarse: este clásico puede marcar el rumbo de los playoffs.
