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ESPECTÁCULO

El cambio de planes de Maxi López y Daniela Christiansson por su embarazo: «No me siento lista»

 

Entre la distancia, los preparativos y la ilusión de un parto natural, la pareja vive días de emociones intensas.

 
Maxi López y Daniela Christiansson

Daniela Christiansson cuenta los días para la llegada de su segundo hijo con Maxi López, y lo hace rodeada de expectativas, ternura y una distancia que se siente. Mientras la modelo se prepara en Suiza para dar a luz, el exdelantero cumple compromisos laborales en Argentina, en plena competencia de MasterChef Celebrity (Telefe).

Cómo se prepara Maxi López y Daniela por la llegada de su hijo

Con un tono honesto y reflexivo, Daniela compartió en redes el detrás de escena de su maternidad: “Estoy en plena preparación mental y física para el parto. Me dijeron que quizás pueda tenerlo de manera natural, y estoy muy entusiasmada con la idea… pero no me siento nada lista”, confesó a sus seguidoras.

La modelo, que ya es mamá de Elle, recordó que en su primer embarazo debió someterse a una cesárea por una placenta previa. Ahora, con la posibilidad de un parto natural, se muestra más activa que nunca: hace ejercicios de respiración, meditación, caminatas y hasta practica hypnobirthing, una técnica que combina relajación y visualización. “Comer dátiles, hacer Kegel y mantenerme positiva se volvieron parte de mi rutina”, escribió entre risas.

Mientras tanto, Maxi López intenta equilibrar su faceta mediática con su rol de padre y esposo. Desde Buenos Aires, habló sobre la distancia y la logística familiar: “Vivo a 15 horas de avión. Tengo mi señora embarazada y mi hija allá. Vine por este desafío, pero obviamente la distancia se siente”. Aun así, prometió estar presente en el gran momento: “Obvio que voy a estar en el nacimiento. Estuve en todos. Vamos a programarlo según lo que digan los médicos”.

La historia de amor entre Maxi y Daniela atraviesa una etapa sensible: entre ollas, cámaras y grabaciones, él cocina frente a los jueces mientras ella se prepara para el parto del bebé que ambos esperan con ilusión. Dos realidades que se desarrollan a kilómetros de distancia, unidas por videollamadas, paciencia y el mismo deseo: que todo salga bien.