Durante años, los anteojos fueron parte inseparable de la imagen de Nati Jota. No solo la ayudaban a ver: se convirtieron en su marca registrada, un accesorio que acompañó su evolución desde cronista hasta estrella del streaming. Pero hace unos días, la periodista decidió dar un paso enorme y despedirse de ellos para siempre.
En Olga, entre risas y nostalgia, Nati le dedicó una emotiva carta a sus lentes: “Nos vemos en otra vida”, lanzó entre lágrimas. Y poco después, cumplió con lo prometido: se sometió a una cirugía refractaria para corregir su miopía y astigmatismo.
Fiel a su estilo, relató minuto a minuto la experiencia en Instagram, sin tecnicismos ni maquillaje. Todo comenzó con una consulta de una seguidora: “¿Cómo fue la operación? Mi hija tiene 18 años y se quiere operar”. Nati no escatimó en detalles. “Te anestesian con gotas, sentís los párpados pesados y te dicen todo el tiempo: mirá la luz verde. Hay unas luces rojas al costado que me daban fobia. Pensaba: por favor, que no me mueva”, contó entre risas.
También explicó el proceso con su toque de humor característico: “Abren la tapita del ojo, la cortan, la levantan, pasa el láser cinco segundos y la vuelven a cerrar. Fin. Todo dura dos minutos. Literal”. Incluso admitió que tiene un video del procedimiento, pero prefirió no subirlo: “Puede dar impresión al pedo y me da miedo que Instagram me lo baje”, confesó.
La despedida de Nati Jota
Antes de pasar por el quirófano, Nati se había despedido públicamente de sus anteojos con una mezcla de ternura y humor. “Gracias, queridos anteojos, que con el tiempo y los canjes se convirtieron en decenas de pares. Gracias por acompañarme en cada etapa, desde la prepaga hasta el streaming”, expresó.
Ahora, libre de cristales, Nati Jota inicia una nueva etapa visual en su vida. “La rubia sin anteojos”, como la bautizaron sus fans, se ve más auténtica que nunca. Y si algo dejó claro con esta experiencia, es que ver bien no solo es una cuestión de vista, sino también de animarse a cambiar.
