Cristina Pérez vive junto a Luis Petri uno de los matrimonios más comentados del mundo de la política y la farándula. En este sentido, la periodista participó en una charla con Revista Gente, donde reveló como conviven su profesión con su relación con el funcionario. Rápidamente, la conductora no dudó en asegurar que es un desafío para su carrera.
A través de una entrevista con Gente, Cristina Pérez confesó que desde el primer momento supo que su matrimonio iba a interferir en su carrera. En este aspecto, expresó: «La verdad es que yo desde el principio tuve con él el código de que cuando empezó a ser ministro, sabía que no iba a poder ser mi fuente. Entonces cultivé otras fuentes, vos sabés cómo se hace esto. Además, al tener más de 35 años en esto, con la mayoría de las fuentes me conozco mucho antes de conocer a mi marido».
Posteriormente, Cristina Pérez aseguró que muchas veces se juzga su relación desde el desconocimiento. Además, manifestó: «Y es como te pasa a vos, cuando tantas veces una persona te cuenta algo; incluso es más delicado porque por ahí llevás un secreto privado toda la vida. Es my impresionante, la gente a veces no sabe cómo es y que vos sabés que en mantener ese código se juega tu relación con esa persona».
Por otro lado, Cristina Pérez dejó en claro que su vínculo con Petri es como la de cualquier fuente del gobierno. Puntualmente, declaró: «A mí todos los días me pasa. A veces me pierdo de poner un material al aire porque una fuente te dice: “Mejor no” Y vos por ahí tratás de convencer, pero no y “no es no”. Entonces, eso es lo que a uno lo construye como periodista. Y me parece que es lo que cuenta en toda circunstancia. Y bueno, la relación con mi marido es como con la de cualquier otra fuente».
Finalmente, Cristina Pérez afirmó que a fin de cuentas, su matrimonio con Petri representó un desafío interesante para su profesión. Por último, agregó: «Te diría que agradezco a la vida el desafío de cada salto que tuve que hacer en el trapecio. Porque me estaba esperando del otro lado para agarrarme y no dejar que cayera al vacío. Y eso también es la vocación y el amor que uno tiene por el oficio, porque el oficio te permite reinventarte solamente si vos tenés ese fuego sagrado. Y puedo decir que lo pude probar».
