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POLÍTICA

El reacomodamiento en Diputados: rupturas, nuevas alianzas y una Cámara en disputa con sello libertario

 

Con el PRO fracturado y la UCR en crisis, Javier Milei se fortalece en el Congreso y consolida su poder de veto. Patricia Bullrich acelera su alianza con La Libertad Avanza mientras los bloques chicos buscan sobrevivir.

 
Diputados

El resultado de las elecciones legislativas del domingo pasado provocó un reacomodamiento inmediato en la Cámara de Diputados. Con el oficialismo libertario fortalecido, el resto de los espacios comenzó a mover sus piezas para no quedar rezagado. En paralelo a los cambios en el gabinete nacional, se reconfigura también el equilibrio de fuerzas en el Congreso, donde el nuevo mapa de bloques será clave para medir la capacidad del Gobierno de Javier Milei de avanzar con su agenda de reformas.

El cambio más resonante llegó desde el PRO. Patricia Bullrich, tras consolidarse como figura central en la elección porteña y posicionarse de cara a 2027, ordenó a los diputados que le responden romper con la bancada amarilla para integrarse directamente a La Libertad Avanza. El objetivo: alinear la estrategia parlamentaria con el Ejecutivo y reforzar su propio liderazgo político.

Bullrich acelera su sintonía con Milei

Los legisladores Damián Arabia, Sabrina Ajmechet, Laura Rodríguez Machado, Silvana Giudici y Patricia Vázquez —todos con mandato hasta 2027—, junto con los nuevos María Luisa González Estevarena y Carlos Almenda, se “pintarán de violeta” en los próximos días. Con ellos, La Libertad Avanza alcanzará 87 diputados, el tercio que le permite sostener vetos presidenciales e impedir eventuales juicios políticos.

Desde el oficialismo evitaron hacer comentarios públicos sobre la fractura del PRO, pero admitieron que las declaraciones recientes de Mauricio Macri, en las que anticipó que su partido competirá con candidato propio en 2027, “no cayeron bien”. La ruptura, reconocen, consolida el eje Milei-Bullrich dentro del esquema de poder nacional.

Los libertarios avanzan sobre aliados potenciales

La estrategia libertaria no se limita al PRO. En la Cámara baja analizan sellar acuerdos con los tres miembros de La Liga del Interior —los radicales “con peluca”—, que ya manifestaron su disposición a sumarse a un interbloque oficialista. “Hay diálogo fluido y coincidencias en la agenda económica”, aseguró uno de ellos.

También figuran en el radar libertario la santafesina Verónica Razzini (Futuro y Libertad), marginada en las listas provinciales, el liberal Alejandro Bongiovanni y Lorena Petrovich, que asumirá la banca que deja Silvia Lospennato. En el PRO, mientras tanto, los leales a Cristian Ritondo intentan sostener lo que queda de la bancada, que podría reducirse a 17 miembros si no hay nuevas deserciones.

La UCR, entre la dispersión y la supervivencia

El radicalismo llega al nuevo Congreso dividido y debilitado. Sin conducción clara y con bancas reducidas, el bloque tradicional quedará con apenas tres diputados con mandato hasta 2027: Karina Banfi, Gerardo Cipilini y Lisandro Nieri. A ellos podrían sumarse los legisladores electos en alianza con La Libertad Avanza: Pamela Verasay (Mendoza), Diógenes González (Corrientes), Guillermo Agüero (Chaco) y Darío Schneider (Entre Ríos).

Paradójicamente, Martín Lousteau —presidente del Comité Nacional de la UCR— analiza conformar un interbloque con Provincias Unidas junto con Mariela Coletta, integrante del espacio Democracia para Siempre. La posibilidad refleja la fractura interna de un partido que aún no logra definir si será una oposición dura o un actor de negociación.

Los bloques menores, en busca de oxígeno político

En el caso de Democracia para Siempre, la mayoría de sus integrantes no logró renovar sus bancas. Solo mantendrán representación Jorge Rizzoti, cercano al gobernador jujeño Carlos Sadir; Pablo Juliano, mano derecha de Facundo Manes; y la propia Coletta. Los dos primeros analizan sumarse a Provincias Unidas, mientras Juliano prefiere sostener una posición “racional y dialoguista”.

Provincias Unidas, sin embargo, llega al Congreso debilitado tras los malos resultados de sus gobernadores. “El problema es que esa identidad perdió fuerza frente a los liderazgos provinciales”, admitió un legislador del espacio. La Coalición Cívica, por su parte, quedará reducida a dos bancas y deberá sellar algún acuerdo táctico para no quedar excluida de las comisiones clave.

Nuevas piezas en el centro del tablero

Los exlibertarios del bloque Coherencia mantienen conversaciones con los diputados de Innovación Federal —de Salta y Misiones— y no descartan integrarse a un interbloque común. Los dos representantes del MID también analizan su posición: podrían colaborar con el oficialismo en proyectos específicos, pero rechazan una adhesión total. “Apoyaremos las iniciativas que modernicen al país, pero con independencia”, aclararon.

En el peronismo, la atención está puesta en los movimientos del gobernador tucumano Osvaldo Jaldo, que en los primeros meses de Milei ordenó a sus tres diputados separarse de Fuerza Patria para formar el bloque Independencia. Los gestos amistosos con el Presidente que se vieron esta semana en la Casa Rosada inquietan a los dirigentes kirchneristas, que temen una nueva fuga interna.

El Gobierno, fortalecido en la Cámara baja

Con este panorama, Milei encara la nueva etapa legislativa desde una posición de fuerza. El oficialismo ratificó a Martín Menem como presidente de la Cámara de Diputados y a Gabriel Bornoroni como jefe del bloque. Ambos, cercanos a Karina Milei, se consolidaron tras el éxito electoral y la expansión territorial de La Libertad Avanza.

Bornoroni, además, capitalizó su victoria en Córdoba, donde su candidato Gonzalo Roca derrotó al exgobernador Juan Schiaretti. Menem, en tanto, logró mantener la cohesión interna del bloque y garantizar los votos necesarios para blindar la gobernabilidad. Con un Congreso fragmentado y una oposición dispersa, el Presidente sabe que no necesita convencer a todos: con dividir al resto, ya gana.