El clima financiero volvió a inclinarse a favor del Gobierno. Tras las legislativas de octubre y el contundente respaldo político que obtuvo Javier Milei, los mercados internacionales retomaron la apuesta por los activos argentinos. Esa dinámica quedó reflejada este miércoles, cuando el riesgo país perforó por primera vez el piso de los 600 puntos básicos, un nivel impensado hace solo unos meses.
El indicador del JP Morgan se ubicó en 597 puntos, impulsado por subas en los bonos soberanos y una creciente estabilidad cambiaria. La plaza local también acompañó el optimismo: los Bonos Globales y Bonares avanzaron alrededor de 0,7% durante la mañana.
La lectura es clara para los analistas: Argentina volvió al radar de los inversores, y el impulso no vino del sector público sino, fundamentalmente, del dinamismo del sector privado.
Lluvia de dólares corporativos y una señal clave para el Gobierno
Las últimas semanas registraron un fenómeno que la administración Milei celebra como un síntoma de confianza. Empresas como YPF, Pampa Energía, Tecpetrol, Pluspetrol, TGS y Edenor colocaron Obligaciones Negociables (ON) por un total cercano a los USD 3.000 millones, aprovechando tasas que cayeron en tiempo récord tras las elecciones.
La Ciudad de Buenos Aires se sumó con una emisión propia de USD 600 millones, a una tasa del 8,1%, cifra que refleja la notable caída del “riesgo argentino” entre los inversores extranjeros.
Desde consultoras del mercado remarcan que el grueso de estos dólares se aplicará a pago de deudas, importaciones y capital de trabajo, lo que reduce la presión inmediata sobre el tipo de cambio y refuerza la liquidez del sistema.
El dólar mayorista se estabiliza y se aleja de la banda
La entrada masiva de divisas y un descenso estacional de la demanda llevaron al dólar mayorista a operar en torno a los $1.400, lejos del límite superior de la banda cambiaria. Para los analistas, este comportamiento refleja un crawling peg ordenado y una mayor disposición de los privados a permanecer en pesos.
La tendencia también se vincula con la descompresión de la demanda minorista, que llegó a picos históricos antes de las elecciones por el miedo a un giro kirchnerista. Ese temor se disipó y el mercado encontró un nuevo equilibrio.
Expectativas de retorno a los mercados internacionales
En paralelo, el índice Merval subió levemente y se mantiene en niveles récord tras el rally que protagonizó pos-elecciones. Consultoras como Aldazabal y Compañía sostienen que el cambio de clima político y las señales de gobernabilidad del oficialismo abren la puerta a un eventual retorno de la Argentina a los mercados internacionales de deuda.
El acuerdo estratégico con Estados Unidos, firmado la semana pasada, sumó un respaldo adicional a los ojos de los acreedores. La Casa Blanca considera prioritario el vínculo con Buenos Aires, y esa sociedad redunda en mayor confianza financiera.
Un programa fiscal que fortalece la credibilidad
El Ministerio de Economía informó que octubre volvió a cerrar con superávit primario, el vigésimo segundo mes consecutivo. Desde Washington enviaron un mensaje concreto: el Gobierno argentino está en condiciones de cumplir metas fiscales estrictas sin afectar la estabilidad política.
A diferencia de etapas anteriores, el rumbo económico no se ve condicionado por internas del kirchnerismo ni por presiones sindicales que busquen torcer el programa. El oficialismo mantiene cohesión y la oposición se reordena, pero sin capacidad de bloquear las reformas.
Fin de semana largo sin bancos y con cautela inversora
El viernes y el lunes los bancos permanecerán cerrados por el feriado extendido. La Bolsa operará parcialmente el viernes y luego se paralizará hasta la mitad de la semana siguiente. Esto obliga a los operadores a reconfigurar carteras, pero no altera la tendencia general: los mercados siguen premiando la estabilidad política y fiscal del Gobierno.
