Pampita volvió a mostrar su costado más cálido y familiar con una celebración de Halloween que reunió a amigos, vecinos y muchas caras conocidas. Acompañada por su amiga Barby Franco, la modelo disfrutó de una tarde a pura alegría junto a sus hijas, Anita García Moritán y Sarah Burlando, que se llevaron todas las miradas con sus disfraces.
El festejo de Halloween de Pampita y Barby Franco
Las imágenes del festejo, tomadas en un barrio residencial, reflejan el espíritu de la jornada: calles arboladas llenas de niños disfrazados, calabazas naranjas, juegos y adultos que también se animaron al “dulce o truco”. Pampita, fiel a su estilo, lució un elegante vestido negro largo y un maquillaje oscuro que recordaba a Morticia Addams, mientras repartía golosinas desde el umbral de su casa. A su lado, Barby Franco acompañó el plan con una energía desbordante y un look a tono con la fecha.
Las pequeñas también brillaron con sus atuendos: Anita, con un vestido blanco de tul con pompones rojos, y Sarah, con un diseño celeste con detalles blancos, recorrieron el barrio con sus calabazas en mano para juntar dulces. Las fotos muestran a las dos caminando de la mano, sonrientes, en una escena que resume ternura y amistad pura.

Entre los momentos más comentados se vio a Pampita agachada junto a su hija, sosteniendo un bol lleno de caramelos, mientras los chicos hacían fila para recibir su parte del botín. El ambiente festivo se completó con decoraciones caseras, gorros de bruja, pelucas, luces tenues y un aire de complicidad que atravesó toda la tarde.
A medida que caía el sol, los adultos se sumaron al juego: selfies, risas, y fotos en grupo con maquillajes temáticos, sombreros y tocados de calabaza. La reunión, lejos de ser un evento de gala, tuvo el encanto de lo simple: familias compartiendo, risas genuinas y una energía contagiosa.
Con esta celebración, Pampita volvió a dejar en claro que, más allá de las cámaras y los flashes, su prioridad sigue siendo disfrutar de los pequeños momentos con sus seres queridos. Halloween fue la excusa perfecta para celebrar la amistad, la infancia y el placer de mantener viva la magia en familia.
