Jimena Barón está atravesando una etapa madura en su maternidad tras el nacimiento de su hijo Arturo y decidió abrirse sobre uno de los aspectos más intensos: la lactancia materna. Ante su cámara, relató que durante los primeros meses logró dar exclusivamente pecho, pero que luego su cuerpo “no daba más”. Fue un momento en el que tuvo que replantearse prioridades y aceptar que la crianza no siempre sigue el guión esperado.
La cantante explicó con sinceridad que la presión social sobre “dar teta o nada” la golpeó fuerte. “Tres meses y medio lo tuve solo con pecho y después llegó el momento de la fórmula”. Admitió que su anemia posparto, el desgaste físico y las exigencias de su agenda consolidaron la decisión.
Además, Jimena Barón planteó que lo que parecía una decisión sencilla se convirtió en un conflicto emocional: sentirse culpable por no cumplir con un ideal y al mismo tiempo dar prioridad a su salud y bienestar. “Si vos estás miserable…, en esos 20 minutos en los que podías elegir entre sacarte leche o llorar, algo estaba mal”, dijo. Con esas palabras visibilizó lo difícil que puede ser la lactancia cuando la vida profesional, la maternidad y la salud se entrecruzan.
Más allá de su experiencia personal, la cantante argentina apuntó al entorno colectivo que exige estándares imposibles: “Hay mucho contenido en las redes sociales que dice ‘Yo lo hice durante tres años…’. Barbaro, si te dio placer y pudiste. Y si no, no te sientas peor”. En ese llamado, reconoció que la maternidad no es uniforme y que las decisiones deben respetarse. Por lo que su discurso buscó liberar a otras mujeres del peso de compararse.
Y es que la reflexión también incluyó un foco claro sobre el rol de la madre como contenedora, pero también como persona que tiene límites. “El bebé necesita a la madre bien, feliz, con salud”, sostuvo. Esa frase, sin lugar a dudas, sirvió como reflexión: más allá de la lactancia ideal, lo esencial es que exista amor, cuidado y equilibrio.
Tal y como era de esperarse, esta confesión de Jimena Barón marcó un vuelco: de la culpa hacia el alivio, del mandato social hacia el autoconocimiento. La cantante expresó que replantear la maternidad no significa rendirse sino adaptarse. “Me parece que ya es desmesurado el laburo que es gestar, parir, amamantar. Puede ser precioso, puede ser complicadísimo y angustiante. Hay mujeres que no pudieron o que no les alcanza y se genera todo un tema. No sé qué le importa a los demás”.
