En medio de la controversia que siempre rodea a Novak Djokovic, una voz autorizada del tenis mundial salió a respaldarlo. Andy Roddick, ex número uno del mundo, se refirió al presente del serbio y criticó el destrato que recibe, incluso dentro de su propio país.
El apoyo público de Roddick
Durante su podcast Served, Roddick sorprendió con una reflexión contundente sobre el máximo ganador de Grand Slams. “Una de las cosas que más respeto de Novak es que si dice algo públicamente, realmente lo cree y no se retracta. Lo dejó todo y se mudó a Grecia por sus convicciones. Hay que respetar eso”, destacó el estadounidense.
El extenista aprovechó para remarcar el valor que tiene Djokovic para su nación: “Djokovic es para Serbia lo que Pelé es para Brasil o Michael Jordan para Estados Unidos. Es el mejor deportista de la historia del país. Llevó el tenis serbio a la cima y no entiendo cómo lo trata tan mal la prensa serbia”, sentenció.
Un ídolo cuestionado
Más allá de los elogios, la figura de Djokovic divide opiniones. Su carácter, su firmeza en temas personales y algunas actitudes durante su carrera generaron rechazo en parte del público. Entre los episodios más recordados está el pelotazo a una jueza de línea en el US Open 2020, que le costó la descalificación del torneo.
A eso se suma su postura durante la pandemia, cuando organizó un torneo paralelo mientras el circuito ATP estaba detenido y manifestó su desacuerdo con la vacunación obligatoria. Sin embargo, también se ha destacado por gestos nobles, como asistir al homenaje de Rafael Nadal en Roland Garros o acompañar a Juan Martín del Potro en su despedida.
Su nueva vida en Grecia
En las últimas semanas, el serbio decidió mudarse de Belgrado a Atenas cansado del constante acoso mediático y la falta de apoyo en su propio país. El motivo principal habría sido el respaldo de Djokovic a las protestas universitarias contra el gobierno serbio, lo que generó fuertes críticas desde sectores políticos y periodísticos.
A pesar de ello, el tenista continúa enfocado en su carrera y en mantenerse competitivo a los 37 años, demostrando que su legado va más allá de los trofeos.
