River ya se mueve para definir su próximo mercado y uno de los nombres que volvió a escena es Benjamín Domínguez, el extremo argentino que dejó una gran impresión antes de salir al exterior. Su presente en el Bologna encendió las alarmas: perdió terreno, casi no tiene minutos y empieza a analizar un cambio de rumbo.
Durante su primer ciclo, Marcelo Gallardo había marcado al atacante como una pieza ideal para acelerar la renovación ofensiva. Su potencia, velocidad y capacidad de desequilibrio lo habían transformado en un objetivo claro del club. Sin embargo, aquella operación nunca se concretó y el futbolista tomó otro camino.
El antecedente que vuelve a tomar fuerza
En su momento, el Bologna pagó más de 5 millones de euros para quedarse con su pase y resolver una pelea fuerte con varios equipos que seguían su crecimiento en Gimnasia y Esgrima La Plata. La apuesta era alta y la Serie A se presentaba como el salto ideal para consolidarlo.
Pero el panorama cambió. El extremo quedó relegado al banco, acumuló muy pocos minutos y hoy considera seriamente la posibilidad de salir para recuperar protagonismo. Ese detalle despertó el interés en Núñez, donde creen que su perfil encaja a la perfección en el proyecto futbolístico que quiere reconstruir el técnico.
El dato clave que preocupa a River
A pesar de su situación, su contrato con el Bologna se extiende hasta junio de 2029, y su cotización actual ronda los 12 millones de euros, una cifra alta que podría frenar cualquier negociación. El periodista Joaquín Tabares lo confirmó en las últimas horas al revelar: “Un jugador que el cuerpo técnico de Marcelo Gallardo sigue y le gusta es Benjamín Domínguez. Es suplente en Bologna y quiere salir”.
La señal está dada: Domínguez quiere minutos y River sigue de cerca cualquier movimiento. Todo dependerá de cómo evolucione la relación del jugador con el club italiano y de si esa falta de rodaje abre una puerta real para negociar un préstamo o una venta accesible.
En Núñez lo consideran un futbolista capaz de potenciar el ataque de inmediato, pero saben que se trata de una novela compleja que podría definirse recién cuando los italianos bajen sus pretensiones.
