Estados Unidos y la Argentina avanzaron en un acuerdo de comercio e inversiones que busca abrir mercados y fortalecer la relación bilateral. El entendimiento fue anunciado por la Casa Blanca mientras el canciller Pablo Quirno se reunía con el secretario de Estado, Marco Rubio. Según Washington, el pacto apunta a generar “oportunidades duraderas” para ambos países.
Apertura de mercados y cooperación bilateral
El acuerdo de comercio entre Estados Unidos y la Argentina marcó un nuevo capítulo en la relación entre ambos gobiernos. El anuncio llegó desde la Casa Blanca, que destacó que el marco servirá para impulsar inversiones y facilitar el ingreso de productos en ambos sentidos. El documento remarcó que la meta central es “favorecer un crecimiento de largo plazo”.
El comunicado señaló que la administración de Donald Trump y el gobierno de Javier Milei buscan profundizar una alianza basada en “valores democráticos y mercados abiertos”. La novedad llegó mientras Pablo Quirno mantenía en Washington su primera reunión formal como canciller con el secretario de Estado, Marco Rubio.
Entre los puntos principales del entendimiento se incluye la apertura recíproca de mercados para productos considerados estratégicos. La Argentina otorgará mayores facilidades a bienes estadounidenses, entre ellos maquinaria, insumos químicos, vehículos, dispositivos médicos y productos agrícolas. A cambio, Estados Unidos reducirá aranceles para recursos naturales y artículos utilizados en la industria farmacéutica.
Detalles del acuerdo comercial
El pacto incorpora también la eliminación de barreras no arancelarias. Según la Casa Blanca, la Argentina desmanteló restricciones que limitaban el ingreso de productos y prevé retirar de forma gradual el impuesto estadístico aplicado a bienes importados desde Estados Unidos. El país aceptará, además, estándares estadounidenses o internacionales para simplificar procesos de certificación.
Los cambios alcanzan a vehículos, alimentos y dispositivos médicos. También se habilita la importación de ganado bovino, productos avícolas y lácteos, bajo un esquema más ágil. Para Washington, estas medidas representan una mejora significativa para sus exportadores, mientras que Buenos Aires confía en que la apertura impulse inversiones en sectores clave.
La reunión entre Quirno y Rubio reforzó el tono político del anuncio. El encuentro se realizó en el Departamento de Estado, en un salón dedicado a Colin Powell. Según fuentes diplomáticas, el diálogo avanzó sin tensiones y reafirmó la sintonía entre ambas administraciones, un punto que se reflejó en la agenda económica.
El canciller también mantuvo reuniones con representantes de empresas estadounidenses en la Cámara de Comercio de Estados Unidos. Allí destacó que la Argentina busca consolidarse como un “jugador global” y valoró los avances en estabilidad económica. Inversores de sectores como energía, minería y tecnología participaron del encuentro.
Lo que viene en la agenda bilateral
El acuerdo de Comercio se terminó de definir en los últimos meses, pero su anuncio se demoró por factores políticos internos de Estados Unidos. Con el cierre del “shutdown”, la Casa Blanca aceleró la comunicación y dejó en claro que considera a la Argentina un aliado estratégico en la región. Según funcionarios argentinos, el pacto abre una ventana de 18 meses para avanzar en reformas y atraer nuevas inversiones.
