Sabrina Rojas es sinónimo de sinceridad en el mundo del espectáculo. Esta conductora, actriz y modelo se ganó un lugar especial en el corazón del público. Lo hizo gracias a su naturalidad y ese estilo directo que no se guarda nada. Siempre con una postura auténtica, Sabrina no teme expresar lo que piensa. Lo hace incluso cuando sus palabras generan revuelo o polémica entre seguidores y medios.
En su último paso por Pasó en América, Sabrina Rojas desplegó nuevamente esa mezcla de picardía y honestidad que la caracteriza. En esta ocasión, mientras relataba la Marcha del Orgullo. El evento se llevó a cabo el primero de noviembre. Fue así que lanzó una frase que captó todas las miradas.
“Sí, estuvo un montón de gente en la Marcha del Orgullo… Estaría bueno que esté en otros lugares también”, comentó con una sonrisa llena de doble sentido. La frase no pasó desapercibida y rápidamente fue interpretada como una indirecta no tan velada. Y es que al contextualizar sus declaraciones, se puede vislumbrar quizás a quién estuvo dirigida.
La frase de Sabrina Rojas causó gran impacto debido a un particular motivo. Sucede que poco antes habían circulado imágenes de Luciano Castro, su exmarido, junto a Griselda Siciliani en la misma marcha. Esta aparición conjunta desató toda clase de especulaciones y rumores sobre la complicidad en la relación entre ambos actores. Por su parte, Sabrina no dudó en aprovechar el momento para lanzar su mensaje con un toque de ironía.
No es la primera vez que Sabrina Rojas critica a su ex
Durante el programa, el compañero de Sabrina Rojas, Augusto “Tartu” Tartúfoli, intentó bajarle la intensidad a la situación. El periodista se mostró consciente de la carga que había detrás de la frase. No es la primera vez que Sabrina se manifiesta de forma crítica respecto a Luciano. Recordemos que meses atrás lo había cuestionado públicamente, tratándolo de “padre poco presente”, una declaración que había marcado el inicio de esta tensa dinámica entre ellos.
A pesar de haber puesto fin a su matrimonio tiempo atrás, Sabrina Rojas demuestra que las heridas todavía están latentes. La relación con Luciano Castro no puede olvidarse tan fácilmente. Cada aparición mediática de él parece encender nuevamente esas brasas que ni el tiempo lograron extinguir del todo.
