Franco Mastantuono fue protagonista de uno de los traspasos más importantes del último mercado de pases. Su importe récord y la juventud del delantero dan cuenta del enorme impacto de la inversión efectuada por el Real Madrid, no exenta de riesgo. Está claro que acostumbrarse al peso del club más importante del mundo requiere una adaptación importante, pero algunos indicios dejan ver que esta transición está costando más de lo pensado para el argentino.
Franco Mastantuono no ha podido conseguir el aterrizaje deseado en el Real Madrid. El nacido en la Provincia de Buenos Aires llegó el verano pasado al club blanco, una de las mayores entidades deportivas del planeta, por un valor que, incluyendo impuestos y comisiones, rondó los casi 70 millones de euros y, pese a los excelentes resultados en la liga española del Real Madrid, que se encuentra en lo alto de la tabla, y al buen inicio del equipo también en Europa, estando en buenas posiciones en la Champions League, lo concreto es que la llegada de la joven perla argentina hasta el momento no ha podido reunir el efecto deseado.
Xabi Alonso sigue reuniendo la esperanza en el talentoso exjugador de River Plate. El técnico blanco, que tuvo una maravillosa carrera como jugador, conoce de sobremanera lo complejo que es adaptarse a nuevos equipos y países, ya que él mismo pasó por Real Sociedad, Liverpool, Real Madrid y Bayern de Múnich, y está en condiciones a darle tiempo a Mastantuono, dada su calidad y su juventud, pero el entorno del club blanco, que no es famoso por su paciencia, ya ha empezado a dar indicios de su ausencia.
Pero la realidad muestra que el argentino no ha podido tener relevancia en casi ningún momento desde que llegó a la disciplina blanca, y la única contribución directa a algún gol que ha logrado fue el tanto que marcó en la goleada por 1-4 en el campo del recién ascendido Levante, pero además peor que esa estadística es la sensación de que no encuentra su sitio.
El ex de River ha recibido la tarjeta amarilla en tres encuentros y ha participado en todos los partidos que ha jugado el equipo blanco desde su llegada, salvo en la victoria en campo de la Real Sociedad por 2-1, un partido condicionado por la temprana expulsión de Dean Huijsen, lo que implica que ha saltado al césped en 10 de los 11 compromisos oficiales de los blancos, y en ocho de ellos lo hizo en el once inicial, lo que deja ver la confianza que Alonso tiene en Mastantuono.
Es bien sabido que la principal carencia que tenía el Madrid cuando compró a Mastantuono no es la de su posición natural, ya ocupada por varios jugadores, entre ellos un Güler que ya figuraba como joven prometedor en ese sector del campo, y sí la de un jugador de perfil más organizador en el centro del campo, aquel que pueda ayudar a llenar los huecos dejados por Modric y Kroos, tan elementales sobre el verde como ajeno al mismo.
Pero es no es responsabilidad de Franco, cuya llegada había generado expectativas a la afición madridista, ansiosa de jóvenes, de su cantera o importados, con los que identificarse, para también afrontar a la nueva camada de talentos de La Masía que exhibe el Barcelona, liderados por Lamine Yamal. También La Liga espera que Mastantuono funcione, ya que aspira a un binomio entre el argentino y la joven estrella del Barça similar al que formaron Leo Messi, como icono culé, y Cristiano Ronaldo, como el gran abanderado madridista, durante el período en que la liga española estaba considerada como el mejor campeonato nacional del planeta.
No hay argumentos que impidan mostrar que el tiempo corre contra un joven Mastantuono que está sufriendo en sus primeros meses en Europa, pero que tiene la confianza, todavía, plena de Xabi Alonso y de sus compañeros de vestuario, que ven cada día en los entrenamientos lo que el argentino es capaz de lograr. Habrá que ver si esa fe en las habilidades del ex River dura mucho más, aunque la temporada es larga y, a día de hoy, todos consideran que Franco tendrá su momento para brillar, y que su crecimiento se disparará a partir de entonces.
