River empieza a mirar el 2026 con una dosis de optimismo inesperada. En medio de un plantel golpeado por lesiones y rendimientos irregulares, Marcelo Gallardo recibió una confirmación que cambia por completo la planificación del próximo año: uno de los futbolistas más importantes del ciclo está a semanas de volver.
El técnico atravesó una temporada llena de obstáculos, marcada por ausencias decisivas que complicaron cualquier intento de sostener una base titular. En ese escenario, la caída de una pieza clave en plena Copa Libertadores había dejado un vacío enorme, tanto en lo futbolístico como en lo anímico.
El regreso más esperado en la defensa
En las últimas horas se confirmó que Germán Pezzella avanza sin contratiempos en su recuperación y River ya maneja una fecha concreta para su vuelta: febrero o marzo de 2026. Para Gallardo, esta noticia es un refuerzo de peso más allá del mercado de pases, ya que se trata de un jugador que llevaba meses fuera de competencia.
Pezzella sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda el 9 de agosto, en el empate ante Independiente de Avellaneda, y desde entonces inició un proceso de rehabilitación que incluyó cirugía y tratamiento intensivo. Hoy, su evolución es tan positiva que en el cuerpo técnico lo consideran prácticamente “una incorporación”.
Gallardo reorganiza la última línea
Con el retorno del defensor prácticamente confirmado, Gallardo ya empieza a diagramar cómo rearmar una defensa que tendrá varias modificaciones. Pezzella será la pieza recuperada, pero no la única novedad que marcará el comienzo del próximo año.
El mercado de pases también traerá movimientos importantes. En diciembre finalizan los contratos de Federico Gattoni y Milton Casco, mientras que desde River están dispuestos a escuchar ofertas por Sebastián Boselli, Fabricio Bustos y Paulo Díaz. La idea del DT es sumar jerarquía en el sector y evitar repetir los problemas defensivos de este año.
Una reconstrucción que ya empezó
Con bajas, regresos programados y decisiones fuertes por tomar, Gallardo sabe que su equipo necesita un salto de calidad. La reaparición de Pezzella funciona como un alivio enorme y, al mismo tiempo, como una señal de que el nuevo River comienza a tomar forma antes de que se abra oficialmente el libro de pases.
