A los 70 años, Georgina Barbarossa sigue demostrando por qué es una de las figuras más queridas de la televisión argentina. En una charla íntima con Catalina Dlugi en Agarrate Catalina (La Once Diez/Radio de la Ciudad), la conductora de A la Barbarossa (Telefe) habló sin filtros sobre su presente laboral, su energía inagotable y la competencia con Moria Casán.
“No me para nadie. No puedo creer la cantidad de actividades que tengo, pero gracias a Dios es así. Andando, que es gerundio”, aseguró entre risas, dejando en claro que la vitalidad no se negocia. Cuando Dlugi le preguntó si imaginaba este presente tan activo y exitoso a su edad, Georgina fue tajante: “No, te juro que no. Te juro por Dios que no”.
La opinión de Georgina Barbarossa sobre Moria Casán
Con el humor y la espontaneidad que la caracterizan, también se refirió a la llegada de Moria Casán a la pantalla de El Trece, justo en su mismo horario. “Yo la quise mucho a ella, pero el vínculo se cortó. Es una mujer bárbara, muy talentosa, rápida e inteligente. Así que va a hacer un muy buen programa”, reconoció, dejando de lado cualquier especulación sobre rivalidad. Y agregó: “Cuando tenés buena competencia, crecés. No es lo mismo trabajar con un actor mediocre que con uno bueno. En la tele es igual: la gente merece opciones y eso nos exige siempre”.
Fiel a su estilo, Georgina Barbarossa no esquivó los temas personales y habló sobre cómo imaginaba su madurez: “Pensé que iba a ser una abuelita en su casa tejiendo, y no. Pensé que me iba a dejar las canas, pero me quedan horribles. Tengo cara gris, no tengo ese blanco de Meryl Streep. Me lo dejé en la pandemia y fue un espanto”. Con ironía, agregó: “Pensé que iba a estar en Córdoba, tranquila con mi huerta… y acá estoy, con el cul… para arriba, de un lado para el otro”.
Entre carcajadas, reconoció que todavía se siente joven: “Siempre me siento de 27 años. Después me miro al espejo y me doy cuenta que no, pero bueno…”. Y, fiel a su honestidad brutal, admitió: “Tengo unos kilitos de más, pero a todas nos cambia el cuerpo. Igual después me digo: ‘Dejate de joder, Georgina. Tenés 70 años. Estás bárbara’”.
La conversación también tocó un costado más tierno: su vida sentimental. Dlugi le recordó que había contado sobre un reencuentro amoroso, y Georgina lo confirmó con picardía: “Sí, es volver a empezar. Vamos a ver cómo resulta”. Aunque no quiso dar detalles, bromeó: “Es como Isabel Allende que tuvo tres maridos, pero yo no. Si no me casé con el Vasco, imaginate”.
En medio del ritmo televisivo y los proyectos, Barbarossa también se hace tiempo para los afectos. “Soy familiera y amiguera. Tengo amigos de todos lados, de distintas actividades. No me alcanzan los dedos de las manos ni de los pies para contarlos”, aseguró. Sobre sus hijos, contó que Juan vive en Córdoba, “muy zen”, y que con Tomás se ve seguido: “Cenamos, charlamos, disfrutamos mucho”.
Con el entusiasmo que la define, cerró la entrevista con una frase que la pinta entera: “Nunca me imaginé este rol de mediadora y hada madrina, pero acá estoy, rodeada de un equipo divino, construyendo los éxitos en equipo, con energía positiva y, sobre todo, con ganas de vivir”.
