En una nueva muestra de respaldo al presidente de Estados Unidos, Javier Milei no asistirá a la próxima cumbre del G20, que tendrá lugar los días 22 y 23 de noviembre en Johannesburgo, Sudáfrica. En cambio, la delegación argentina estará encabezada por el canciller, Pablo Quirno, y el sherpa argentino en la organización, Federico Pinedo.
A pesar de los reclamos de diplomáticos, el mandatario argentino ratificó su ausencia en la máxima reunión de mandatarios a nivel global. «Sería importante que, a pesar de la ausencia de Donald Trump, Milei presentara un gesto de acercamiento de la Argentina al resto del mundo, no solo a Estados Unidos», indicaron diplomáticos de alto nivel a TN.
El respaldo a Estados Unidos
Por su parte, Trump ya había adelantado que no participaría del encuentro a modo de protesta por los recientes ataques a la población blanca en Sudáfrica. Asimismo, el mandatario norteamericano no enviará ninguna delegación o representante de su país. La postura de Milei responde a una profundización de su agenda y relación con Estados Unidos y Trump, motivada principalmente por la inminente firma de un acuerdo comercial entre ambos países.
Sobre este acuerdo, el embajador argentino en Estados Unidos, Alec Oxenford, aseguró que «está prácticamente cerrado«. Quirno respaldó estas declaraciones, aunque aclaró que todavía haya una fecha definida para su anuncio. «El acuerdo comercial se ha trabajado durante muchos meses entre Cancillería y Economía. Está listo, esperemos que se anuncie tan pronto como lo decida Estados Unidos«, comentó el ministro de Economía, Luis Caputo.
Un giro rotundo en la política internacional
Con la llegada de Javier Milei al Gobierno en 2023, Argentina cambió drásticamente su posicionamiento internacional, esto quedó demostrado durante las votaciones en organismos internacionales como las Naciones Unidas. Asimismo, mientras los organismos multilaterales sostienen agendas vinculadas al cambio climático y el desarrollo humanitario, Milei optó por rechazar estas propuestas.
Otro de los ejemplos de este cambio de posicionamiento se puede percibir en la última cumbre del G20 celebrada en Río de Janeiro, Brasil. A pesar de la histórica relación entre ambos países y la predisposición del presidente Lula da Silva, la organización se quejó formalmente de la baja participación de ministros argentinos durante las reuniones preparatorias para la cumbre.
