La diputada electa Karen Reichardt quedó bajo la mirada pública luego de admitir que su ex esposo, el empresario aeronáutico Gustavo Balabanian, recibió un giro de USD 230.000 del presunto narcotraficante Fred Machado. Reichardt había desmentido la información con firmeza, pero terminó reconociendo la operación con una definición que se convirtió en el eje político del caso: «Fue un giro en blanco».
La polémica comenzó cuando la vinculación salió a la luz a través de publicaciones en redes y documentos judiciales del caso Andis. Frente a esa revelación, Reichardt había respondido con molestia, asegurando que todo era un invento destinado a perjudicarla. Sin embargo, veinticuatro horas después, adoptó otra postura al confirmar el pago.
De la desmentida al reconocimiento público
El lunes, la legisladora libertaria reaccionó con dureza ante la primera mención del tema. «¡Qué disparate, por favor!», escribió en X cuando un portal reveló que Balabanian figuraba en una libreta perteneciente al lobbista Miguel Calvete, pieza clave dentro de la investigación por presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis).
Pero al día siguiente, en una entrevista con Perfil, Reichardt admitió que el giro existió y sostuvo que la operación no tenía ninguna irregularidad. «Fue un giro en blanco y él se está comiendo este garrón por mí», señaló, dando a entender que la aparición del pago dentro de la causa judicial responde a un intento de dañarla políticamente.
El trasfondo aeronáutico y el rol de Machado
La diputada explicó que Balabanian se dedicó durante años a la compra, venta y reparación de aeronaves. Según su versión, el dinero enviado por Machado corresponde a una transacción comercial realizada en 2015, cuando ambos participaban activamente del sector aeronáutico: Balabanian como empresario y Machado como piloto y vendedor de aviones.
Ese vínculo previo, afirma Reichardt, es suficiente para justificar la transferencia, que habría sido declarada y realizada a través de canales formales.
La libreta de Calvete y el avance judicial
El reconocimiento de la diputada coincide con el avance de la investigación sobre la libreta de Calvete. Allí figuran nombres, contactos y supuestos movimientos de dinero que la Justicia analiza para determinar si existió una estructura paralela de recaudación dentro de la Andis.
La presencia de Balabanian en esas anotaciones generó dudas sobre si el giro podía estar relacionado con los hechos investigados. Reichardt insiste en que esa interpretación es malintencionada y niega cualquier vínculo con maniobras de corrupción. Pese a eso, los investigadores evalúan movimientos bancarios, registros contables y mensajes para establecer si la transferencia se vincula o no a la trama central del expediente.
Un caso que vuelve a exponer a figuras políticas
La aparición del nombre de Machado no es menor. El presunto narcotraficante ya había complicado al economista José Luis Espert, quien debió retirar una candidatura por ese motivo. Y más recientemente provocó que el Senado rechazara el pliego de Lorena Villaverde. El caso de Balabanian suma un nuevo capítulo a una figura que aparece reiteradamente en tramas políticas y judiciales sensibles.
Mientras la Justicia continúa su evaluación, el oficialismo busca mantener el foco en la necesidad de depurar y transparentar organismos donde durante años se acumularon irregularidades heredadas del kirchnerismo. En ese contexto, la explicación de Reichardt intenta despegarse de cualquier sospecha y centrar el debate en la legalidad de una operación comercial previa.
