Un clima de alarma rodea la nueva estadía de Julio De Vido en el Hospital Penitenciario Central de Ezeiza. Su familia sostiene que el exministro enfrenta condiciones de detención “cruentas” y potencialmente peligrosas para su salud, en un escenario que ya generó una presentación judicial y que podría escalar aún más. En ese sentido, su esposa, Alessandra Minnicelli, señaló a Infobae que la situación es “gravísima”, mientras apuntó directamente a Patricia Bullrich, ministra de Seguridad. Bajo ese marco, adelantó que recurrirán a un hábeas corpus si no reciben respuestas institucionales.
La preocupación se intensificó este viernes, cuando Minnicelli lo visitó y afirmó que encontró a De Vido deshidratado, sin acceso a sus pertenencias y sin recibir una dieta adecuada para un paciente diabético insulinodependiente. Según su versión, tampoco habría podido acceder a su medicación ni a un régimen mínimo de higiene. De esa manera, la familia cuestionó no solo las condiciones materiales, sino también la falta de explicaciones por parte del Servicio Penitenciario Federal.
El conflicto se enmarca en un momento judicial especialmente complejo para el exministro de Planificación Federal. Tras la confirmación de su condena por la tragedia de Once, De Vido volvió a prisión mientras avanza una agenda cargada de procesos judiciales vinculados a corrupción y administración fraudulenta. En paralelo, su defensa intenta acreditar que su estado de salud justificaría una prisión domiciliaria.
Denuncias, presentación judicial y reclamo por condiciones mínimas
La familia asegura que De Vido lleva días sin recibir su bolso personal, lo que le impide acceder a ropa adecuada en medio del calor registrado en el penal. Minnicelli afirmó que lo encontró vestido solo con una camiseta térmica. A eso se suman supuestas irregularidades en la alimentación: según detalló, el desayuno incluía cinco panes, algo incompatible con la dieta que debería seguir un diabético severo. “Es veneno para él”, expresó.
Además, el exfuncionario habría solicitado agua caliente para preparar un mate cocido y no la recibió. Tampoco habría podido bañarse y apenas contaría con un teléfono público disponible una sola vez al día, sin instrucciones claras sobre su uso. La esposa notificó de inmediato al juez interviniente y envió un oficio al Hospital Penitenciario Central para dejar constancia de la situación.
En caso de no obtener respuesta, la familia presentará un hábeas corpus. Minnicelli señaló que De Vido cumplirá 76 años el 26 de diciembre y remarcó la urgencia de garantizar condiciones compatibles con su edad y patologías.
El contexto judicial que agrava la tensión
El exministro fue condenado a cuatro años de prisión por administración fraudulenta en la causa por la tragedia de Once. Aunque fue absuelto por estrago culposo, la Corte Suprema rechazó esta semana los recursos que buscaban frenar la ejecución de la sentencia. También enfrenta otros fallos condenatorios: la compra de buques de GNL, los denominados “trenes chatarra” y nuevas causas como Cuadernos y Skanska.
Su defensa sostiene que no está en condiciones de cumplir la pena en un penal. El abogado Maximiliano Rusconi presentará estudios clínicos que, aseguran, demostrarán la necesidad de una detención domiciliaria. Sin embargo, los magistrados todavía no certificaron ninguna patología que habilite esa alternativa.
La esposa de Julio De Vido denunció malas condiciones de detención del exfuncionario: "No accede a su medicación" https://t.co/T1dRVTZkZ7
— minutouno (@minutounocom) November 15, 2025
