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ESPECTÁCULO

Lali Espósito sorprendió en España al revelar cuestiones personales que nadie sabía

 

La cantante argentina brilló en el ciclo gastronómico de Vogue España.

 
Lali Espósito

Lali Espósito volvió a conquistar a todos, esta vez fuera del escenario. La artista argentina fue la nueva invitada de la serie gastronómica de Vogue España, donde las celebridades disfrutan un menú sorpresa en restaurantes de primer nivel. En esta ocasión, Lali visitó Chispa Bistró, el local madrileño del chef argentino Juan D’Onofrio, distinguido con una Estrella Michelin, y sus reacciones fueron puro show.

Desde el primer bocado, la cantante se mostró encantada: “¡Mmm! ¡Buenísimo! Un escándalo. ¡Buenísimo! Es lo único que me van a escuchar decir”, dijo entre risas, mientras aplaudía al probar los platos. El video se volvió viral en cuestión de horas y sus fanáticos destacaron su carisma y espontaneidad.

El encuentro tuvo varios momentos memorables. Lali no solo disfrutó de cada creación del chef, sino que también se emocionó al descubrir que D’Onofrio era compatriota suyo. “¿Compatriota, verdad?”, le preguntó. “Sí, de Buenos Aires”, respondió él. “¡Ah, porteños de ley!”, celebró Lali, dando paso a una charla repleta de anécdotas y recuerdos de su infancia.

Qué probó Lali Espósito en España

El primer plato, una versión gourmet del clásico vitello tonnato, la transportó directamente a su niñez. “El vitel toné es algo muy argentino, sobre todo en las fiestas. Mi madre hace uno muy bueno, es muy respetado”, contó. Luego recordó la cocina familiar: “Mi mamá era muy laburadora y resolutiva. Tres hijos, muchos trabajos. En casa se comía simple, pero con sabor. La carne a la cacerola, las milanesas… ese es el sabor de mi infancia”.

Entre risas, también reveló que aprendió a cocinar gracias a su pareja, Pedro Rosemblat. “Con ayuda de mi chico, que sabe de cocina, hice hace poco risotto verde con espinacas, y me salió bastante bien”, contó orgullosa. “No te recibo tan mal si venís a mi casa”, bromeó.

Durante la cena, el chef la sorprendió con callos a la vizcaína con sepia, algo que Lali nunca había probado. “Nunca comí mondongo, pero estoy dispuesta”, dijo. Y tras probarlo, exclamó: “¡Juan! No les puedo decir lo rico que está esto. ¡Buenísimo!”. La velada cerró con dos postres inusuales: helado de zapallito con flores de calabacín y otro de apionabo con toffee de manzana ahumada, que Lali definió como “mega postre”. “Vale la pena venir solo por esto”, concluyó entre aplausos.