Un movimiento decisivo vuelve a colocar a La Libertad Avanza (LLA) en el centro de la escena política porteña. Tras las elecciones nacionales y en plena negociación legislativa, el espacio libertario condiciona su apoyo al Presupuesto 2026 y marca distancias con el PRO, según confirmaron fuentes legislativas a Infobae. En ese sentido, la tensión crece en la Ciudad de Buenos Aires (CABA) mientras el oficialismo busca aprobar la norma antes del recambio parlamentario.
El jueves pasado, la jefa del bloque violeta, Pilar Ramírez, firmó en disidencia el proyecto enviado por el jefe de Gobierno, Jorge Macri. De esa manera, LLA mostró su inconformidad con el texto, aunque manifestó apertura al diálogo. Bajo ese marco, el oficialismo porteño confía en que cuenta con los votos necesarios para sancionar la ley el próximo 27 de noviembre, fecha en la que se prevé una sesión extensa y cargada de discusiones.
Los libertarios reclaman una reducción más marcada en la presión impositiva. Aunque reconocen que todavía hay margen para negociar, la cercanía del debate genera incertidumbre en los pasillos legislativos. “Este año están más permeables”, deslizó con ironía un referente de LLA, dejando entrever que las conversaciones avanzan, pero sin definiciones concretas.
A su vez, el Presupuesto ya obtuvo el respaldo de la UCR, la Coalición Cívica, Confianza Pública y los sectores referenciados en Horacio Rodríguez Larreta, quien asumirá en diciembre y no intervendrá en el debate. Con ese apoyo, el PRO se muestra confiado. “Los libertarios tendrán alguna que otra cosa para pedir, pero no habrá grandes problemas”, señaló una fuente cercana al bloque.
Un bloque que gana peso y busca nuevas posiciones
Antes de llegar al primer subcapítulo, el debate legislativo se inscribe en una instancia clave. Tras la discusión del Presupuesto, solo restará la rendición de cuentas del jefe de Gabinete, prevista para el 1° de diciembre. Luego comenzará el receso y quedará pendiente la sesión preparatoria para la jura de los nuevos diputados electos en mayo. Allí se renovarán autoridades y se delineará la futura estructura interna del Parlamento.
En ese marco, Ramírez anticipa que exigirá mayor representación para LLA, que será la segunda minoría detrás del peronismo. Entre sus pedidos figura la Comisión de Presupuesto, habitualmente reservada al partido gobernante. Sin embargo, las conversaciones aún no comenzaron. Dentro de la cúpula legislativa remarcan que el reparto de comisiones puede estirarse incluso hasta 2026, sin necesidad de resolverse de inmediato.
De esa manera, la estrategia libertaria abarca varios frentes. Además de negociar el Presupuesto, el bloque insiste en que se trate la Ley Bases para la Ciudad, presentada por Ramírez en octubre de 2024 y aún sin debate. Se trata de un proyecto extenso, de 95 páginas, que busca reducir cargos jerárquicos, bajar impuestos y avanzar en la privatización de organismos y la venta de inmuebles públicos en desuso.
Entre los puntos centrales, la propuesta incluye la venta de las empresas encargadas de la explotación de autopistas, subtes y lotería. También plantea la prohibición de asistir con menores a manifestaciones y una reforma administrativa orientada a la descentralización y desburocratización del Ejecutivo porteño. Según el texto, el objetivo es optimizar los recursos, reducir el gasto y modernizar los procedimientos para facilitar los trámites a los vecinos.
A la vez, el proyecto apunta a estimular el desarrollo económico mediante la actualización de la normativa de los polos productivos. Asimismo, plantea cambios en el sistema de salud para garantizar una prestación equitativa y resguardar el derecho a trabajar y circular libremente por la Ciudad.
