Mario Pergolini no esperaba lo que estaba por vivir en el estudio: una foto del Mono de Kapanga vestido de soldado irrumpió de forma abrupta en la pantalla de Otro Día Perdido y congeló a todo el equipo. La imagen mostraba al cantante serio, rígido, casi irreconocible para quienes lo conocen por su energía explosiva arriba del escenario. Esa postal fue el disparador de una charla íntima, cruda y llena de nostalgia.
Entre risas, Pergolini lanzó el comentario que desató el clima de confesión: “Te va a quedar Kapanga de apellido, acordate. Alguna vez alguien va a creer que Kapanga es tu apellido”. El Mono, siempre rápido, devolvió: “Una vez leí a alguien que dijo: ‘¿De qué trabajás, de Mono de Kapanga?’”.
El recuerdo del Mono de Kapanga en lo de Mario Pergolini
Pero detrás del humor se escondía una historia más profunda. Cuando la conversación viró hacia el Servicio Militar Obligatorio, el cantante no dudó en reconocer el impacto que ese período tuvo en su vida: “A mí me cambió la vida hacer la colimba”, lanzó con contundencia. Pergolini quiso saber si había sido para bien o para mal. La respuesta fue inmediata: “Para bien. Si no hubiese hecho la colimba, nunca hubiese escuchado una canción de la Mona Jiménez. Gracias a la colimba cambió el destino de mi vida”.
El Mono de Kapanga: "Si no hubiese hecho la colimba, nunca hubiese escuchado una canción de La Mona Jiménez".#OtroDiaPerdido pic.twitter.com/mrnSTHbXaH
— OTRO DÍA PERDIDO (@otrodiaperdidok) November 21, 2025
El Mono recordó cómo, siendo parte de la Fuerza Aérea Argentina en el Área de Material Quilmes, salía del cuartel directo a trabajar en un bar como bandejero. Esa época lo marcó por completo. Y el recuerdo más fuerte fue el musical: el día en que el cabo Fernando Ariel Ledesma puso un cassette que cambiaría su destino. “Escuché un sonido particular, el acordeón, y me atrapó”.
Esa primera canción de la Mona, con su mezcla de desamor y libertad, lo atravesó. “Pensé que me la había escrito para mí”, admitió. La letra lo acompañó en un momento de ruptura sentimental. “A todos los que hacíamos la colimba, las novias nos dejaban”, recordó entre risas y lo impulsó a formar su primera banda seria.
