La noche en Otro día perdido se volvió íntima desde el primer minuto. Mario Pergolini y Daniel Grinbank apenas intercambiaron una mirada para que el estudio dejara de ser un set televisivo y se transformara en una reunión entre viejos compañeros de batalla. Allí estaban el mítico productor que creó Rock & Pop y el conductor que encontró su voz en esa radio que marcó a toda una generación. La complicidad era evidente en cada pausa, cada gesto y cada risa compartida.
El recuerdo de Mario Pergolini con Daniel Grinbank
El clima descontraído dio paso rápidamente a una de esas historias legendarias que el tiempo jamás borra: la falsa muerte de Phil Collins. Pergolini tomó la palabra con picardía y recordó el episodio que todavía lo persigue. “Me gritó dos veces en su vida. Fue mi jefe. Y la única vez que me gritó fuerte fue cuando dije al aire que se había muerto Phil Collins. No había internet, no había nada”, contó entre carcajadas, mientras las miradas entre ambos recuperaban el espíritu punk de aquellos años.
El día que Mario Pergolini le hizo creer a todo el mundo que Phil Collins había muerto… y terminó quebrando la paciencia de Daniel Grinbank?#OtroDíaPerdido pic.twitter.com/N5APtMsfLz
— OTRO DÍA PERDIDO (@otrodiaperdidok) November 26, 2025
El conductor del programa de El trece revivió la escena como si hubiera ocurrido ayer: “Alguien dijo: ‘Por suerte hoy no murió nadie’. Y yo tiré: ‘Sí, murió Phil Collins, vamos a ampliar’. Cerramos el micrófono y todos se quedaron mirándome. Dije: ‘Sostengamos la mentira lo más que podamos’. Al toque todos los medios levantan: ‘Se murió Phil Collins’. Y me llama Daniel: ‘¿Pero qué mierda te pasa?’”. La recreación del grito hizo estallar la risa en el estudio.
Grinbank aportó contexto: “No había forma de chequear nada. Lo que decía la radio era palabra santa. Se armó un quilombo monumental”. Con esa aclaración, quedó claro el poder absoluto que tenía el medio en esos años y el impacto que podía generar un simple comentario al aire.
La conversación avanzó hacia el corazón de Rock & Pop. Grinbank, lejos de atribuirse méritos personales, definió su rol con humildad: “Hice un buen casting. Después todo fue mérito de los conductores, los productores, los musicalizadores. Había un sentido de pertenencia único. Convergieron muchos talentos en su mejor momento”.
