El mundo de la farándula siempre estuvo rodeado de prejuicios y una exaltación por la belleza física. Sin embargo, esto llevó inevitablemente a muchas figuras a padecer por el peso de los comentarios. En este sentido, Mariana Fabbiani habló con «La Nación» para contar los detalles de su nueva serie, donde se propone explorar el mundo de la moda. Finalmente, la conductora contó algunos de los padecimientos que atravesó en torno a su imagen.
A través de una nota con La Nación, Mariana Fabbiani se sinceró y contó como le afectaban los prejuicios en relación con su cuerpo. En este aspecto, expresó: «Cuando era más chica me afectaba mucho más. No voy a decir que no me afecta, porque sería una mentira. A todos nos afecta la mirada del otro. Ojalá llegue el día que no nos importe, aunque cada vez me importa menos. Realmente tiene que ver con la madurez, con darle valor a tu propia mirada. Creo que el envejecer tiene que ver con llevar la mirada hacia adentro».
Posteriormente, Mariana Fabbiani hizo un balance de los diferentes cambios lógicos que sufrió su cuerpo en los últimos años. Además, manifestó: «A lo largo de mi vida fui cambiando, la gente fue viendo mi cambio, fui creciendo, estuve embarazada dos veces, parí, estoy más grande, tengo arrugas, no soy la misma hoy. Quizás tengo el mismo programa, pero no soy la misma de hace 20 años».
Por otro lado, Mariana Fabbiani confesó que en cierto punto se planteó la posibilidad de inspirar a otras personas a no estigmatizar la imagen. Puntualmente, declaró: «Todos estos cambios los viví al aire y muchas veces me sentí juzgada, que sí estoy muy flaca. Y tengo ganas de vivir más libre, de encontrarme a mí misma, conocerme más e inspirar al resto a lo mismo. Mis hijos también me movilizan muchísimo, la adolescencia de mi hija».
Finalmente, Mariana Fabbiani lamentó que a pesar del cambio generacional, aún persisten los prejuicios acerca de la apariencia en los más jóvenes. Por último, agregó: «Yo tenía la sensación de que esta generación venía más libre. De que como no se habla de los cuerpos de los demás, no tienen prejuicios a la hora de vestirse. Y la verdad es que no cambió tanto. Veo a mis hijos todo el tiempo viendo qué eligen para ponerse y me empecé a dar cuenta de lo que representa la ropa para nosotros desde chicos».
