Oriana Sabatini respondió con firmeza a los rumores que circulaban sobre posibles infidelidades de su pareja, Paulo Dybala y desmintió que exista alguna crisis entre ellos. Dijo que está al tanto de lo que se difunde en redes sociales y que le resulta irritante que sin pruebas se quieran instalar acusaciones sobre su vínculo.
La actriz reconoció en Los Profesionales de Siempre (Canal 9) que sí lee los comentarios en redes sociales y sostuvo: “Soy chismosa”, admitió pero que le molesta que quienes difunden rumores no muestren evidencias. Señaló que si alguien afirma algo sobre una persona pública y su pareja, al menos que pueda probarlo. Esa exigencia de transparencia surge de su experiencia: “Los famosos sabemos mucho más de lo que la gente imagina”, dijo para marcar que no son tan vulnerables al anonimato como se cree.
En cuanto a la idea de la infidelidad, Sabatini expresó que es algo que nadie desea, que duele, pero que no cree que esté afectando su relación porque ella confía. Aun así, no la consideró algo imposible de suceder, recalcando que si un día pasara, sería consciente y no quedaría al margen. “Si llegara a suceder algo, me voy a enterar”, dijo para dejar en claro que no vive engañada o ajena a los hechos.
Además, Oriana Sabatini pidió que quienes comentan sobre relaciones de figuras públicas midan sus palabras: no es lo mismo opinar, que acusar sin saber. Subrayó que el daño viene cuando se pretende instalar como verdad algo que es rumor. Para ella, criticar sin datos equivale a una falta de respeto hacia quienes están del otro lado.
El contexto mediático de su vida hace que este tipo de rumores tenga mayor alcance, lo que la llevó a usar su voz para poner límites. En lugar de ignorarlos por completo, decidió responder para que no se instalen como verdad sin fundamento. Y lo hizo con convicción: reafirmando su pareja, su tranquilidad y que lo que importa es lo que ocurre fuera de cámara.
En este sentido, esta intervención de Oriana Sabatini, que también fue transmitida en eltrece, no sólo descarta los rumores, sino que también pone en evidencia cómo las figuras que están bajo lupa pueden sentirse invadidas y al mismo tiempo responsables de su imagen. Su mensaje es claro: confianza en sí misma, en su vínculo y en que los chismes sin pruebas no deben decidir lo que es real.
