Julián Weich se consagró como uno de los conductores más destacados de las últimas décadas, dejando una marca en la televisión. Sin embargo, el conductor atravesó situaciones de mucha angustia que no tuvieron repercusión pública. En este sentido, Weich participó en una entrevista con la tarotista Lourdes Ferro, donde confesó que atravesó por una gran depresión.
A través de una entrevista con la astróloga, Julián Weich contó que recurrió a registros akáshicos porque sentía deseos de terminar con su vida. En este aspecto, expresó: «Me hago registros akáshicos. Y me pregunta la señora que me los hacía: “¿Usted piensa mucho en sui…?”. Le digo: “Todo el tiempo”», sorprendió a todos con su confesión.
Posteriormente, Julián Weich confesó que esta consultora espiritual le reveló que en sus vidas anteriores ya había tomado la peor de las decisiones. Además, manifestó: «Me dice: “No lo haga, porque ya lo hizo en todas sus vidas anteriores y no le sirvió. Hizo sufrir a mucha gente con todos sus sui…”. Y para mí fue mágico eso, porque nunca más se me ocurrió».
Por otro lado, Julián Weich aseguró que atravesó momentos de profunda angustia de los cuales no supo como salir. Puntualmente, declaró: «Mi grado de angustia era tan grande. Desde chico veía lo que no se veía, sentía lo que nadie me decía, y tenía una percepción enorme. Era muy angustiante. Tuve muchos bajones y la idea de morirme estaba dando vueltas, aunque nunca hice nada»
Finalmente, Julián Weich dejó en claro que logró hacer un balance de su vida para poder cambiar radicalmente. Por último, agregó: «Cuando resolví, a través de los registros akáshicos, que no era algo mío, sino que lo vengo arrastrando de vidas anteriores, dejó de ser un problema. Dije: ‘Ah, esto es algo hereditario’. Como si alguien te dijera: heredaste un tanque de guerra. ¿Y para qué lo quiero si no me interesa usarlo? Lo dejo ahí y que se arreglen. Fue entender algo que me acompañó toda la vida y que hoy ya no me pesa».
«Estuve diez días viviendo en la calle»: Impactante, Julián Weich contó las increíbles experiencias que vivió con su hijo
A través de «La noche de Mirtha», Julián Weich comenzó contando que “hippie” no es una profesión, sino un estado de vida. En este aspecto, expresó: «Sí, ahora es happy, es feliz. Es una de las pocas palabras que no es una profesión, sino un estado que no cambió el nombre en el tiempo. Estuve diez días viviendo en la calle en Panamá», comenzó contando.
Posteriormente, Julián Weich relató que mientras su hijo hacía malabares, él pasaba la gorra para recaudar fondos. Además, manifestó: «Mientras él hacía malabares, yo pasaba la gorra. Como nadie me conocía, yo no tenía problema. Mi hijo se hizo hippie de golpe y se fue de mochilero. Y en su viaje aprendió a hacer malabares y se fue hasta México».
Por otro lado, Julián Weich rememoró que en una de sus visitas decidió vivir la vida de su hijo por 10 días. Puntualmente, declaró: «Cuando le planteamos la idea, él dijo que se quería volver, entonces no íbamos a ir todos para allá si se quería volver. Y un amigo me dijo: “¿por qué no vas vos?” Y dije: “Voy a ir”. Entonces me fui diez días con la mochila a vivir su vida».
