Baby Etchecopar no dejó a nadie indiferente en “La divina noche de Dante”. Durante el programa de Dante Gebel, se animó a hablar sobre su infancia y la figura de su padre. Con esa mezcla de sinceridad y crudeza que lo caracteriza, Baby contó que su vida desde chico no fue nada fácil. Sin embargo, reconoció que esas durezas le dejaron enseñanzas que hoy valora con fuerza.
Sin rodeos, Baby Etchecopar sorprendió a la audiencia de El Trece con una inesperada revelación. “Yo vengo de una infancia muy dura. La infancia dura fueron las necesidades, la falta de perspectivas”, confesó. Asimismo, fue contundente cuando habló de su padre en el pasado. “Yo siempre decía que mi papá era un idiota”, soltó.
Baby Etchecopar dejó al conductor sin palabras. Luego, continuó con su relato y destacó la verdadera impronta de la figura paternal que recayó sobre él. “Lo decía porque no había sido millonario, porque viene de una familia de abolengo, porque a él no le importaba la plata. Y yo digo: ‘qué sabía el pibe’. “Yo vivo de lo que me decía mi papá”, reconoció.
Pero Baby Etchecopar no se quedó ahí, sino que remarcó cuál es el verdadero legado que heredó de su papá. “Todo lo que dijo no le pifió en nada. Me enseñó a catalogar a la gente, a saber cómo me armaba los caminos de la vida, a no perder tiempo en hacerme rico, sino en hacerme hombre, en hacerme un ser humano”, aseguró convencido.
Con esas palabras, Baby Etchecopar puso en primer plano la sabiduría intangible que recibió desde chico, esa que le ayudó a “saber cómo me armaba los caminos de la vida”. Un mensaje profundo que lleva tatuado y que sin duda moldeó la persona que es hoy, acelerando su crecimiento más allá de lo material.
Arrepentido
Baby Etchecopar también hizo un balance entre lo que fue y lo que le hubiera gustado vivir. “Yo me arrepiento de no haber vivido mucho más, de hacer más travesuras”, contó con ese estilo de rebeldía que lo caracteriza. Como un mantra, cerró con una frase que ya se volvió icónica para los que conocen su historia: “Lo mejor es que te echen cuando estás triunfando”.
El relato de Baby Etchecopar en “La divina noche de Dante” dejó en evidencia esa mezcla de dureza y aprendizaje que marcó su vida desde la infancia. El conductor abrió el corazón sin filtros, confesando miedos, arrepentimientos y también el orgullo por las raíces que lo forjaron. Su nombre y su forma de ser, otra vez en el centro de la charla más picante.
