Darío Barassi vivió un momento inesperado que cambió el tono habitual de Ahora Caigo. Durante una jornada normal en el programa, todo parecía fluir con la energía y el humor de siempre. Sin embargo, una confusión con las letras de una canción hizo que el conductor tuviera que enfrentar un error en vivo que lo dejó más que incómodo. Este episodio fue protagonizado junto a Emi, el líder del día,
Darío Barassi se mostró desde el inicio muy compenetrado en el juego musical. Pero todo se complicó cuando Emi cometió un error claro en la canción Una emoción para siempre de Eros Ramazzotti. Darío, confiado y sin detectar la falla, dio por correcta la respuesta y ordenó sonar la música. “Ponelo, bicho” dijo, dando por bueno lo que en realidad era erróneo.
Al darse cuenta de la equivocación, no dudó en asumir la culpa y no se guardó nada. “La culpa es mía. Pero es que alguien me tiene que frenar. La culpa fue de todos”, quiso arreglarla. En la misma línea y en tono irónico, el conductor siguió apuntando hacia sus compañeros. “Para mí es culpa de Vikingo que puso la música, es culpa de Mariano que no interrumpió a tiempo y es culpa tuya también líder porque vos tenés que hacerte cargo de tus cosas”, señaló.
Una víctima
Darío Barassi no quedó ahí y se sinceró frente a la cámara y su público. Fue en ese momento dónde acaparó la atención de todos. “Soy una víctima de lo que pasó, quedé expuesto como conductor, como persona, horrible lo que me hicieron. Esta cama no se las voy a perdonar nunca”, señaló.
Darío Barassi intentó manejar la situación para no dejar todo en un mal recuerdo. De hecho, el conductor propuso volver a jugar ese turno al día siguiente o en otro momento para que Emi, el líder eliminado, pudiera tener su revancha. Y aunque bromeó diciendo que “no podía seguir por la culpa que tenía”, mostró su lado más responsable, pese a que sabe que esto no podrá suceder.
Este episodio marca nuevamente como Darío Barassi maneja la confusión con profesionalismo. Además, mostró la presión que se vive en el estudio. Su constante energía y humor casi no dieron lugar a decepciones públicas, pero esta vez la culpa le pesó y mucho. Claro que esta situación también deja en evidencia todos en la vida alguna vez nos equivocamos. Esta vez hasta al propio conductor le pasó.
