Pampita volvió a quedar en el centro de la escena luego de una declaración que encendió el debate mediático. En una charla con Puro Show, la modelo fue consultada por un tema que todos querían saber: cómo atraviesan sus hijos mayores la fuerte interna que involucra a su ex Benjamín Vicuña y la China Suárez, hoy protagonistas de uno de los conflictos más comentados del año.
Todo comenzó cuando el cronista le preguntó si había coincidido con la actriz en alguno de los encuentros entre sus hijos y Magnolia y Amancio, los niños que la China tuvo junto a Vicuña. Fiel a su estilo elegante pero cortante, Pampita lanzó: “Con Eugenia todavía no hablamos, pero de mi lado siempre hay buena onda, siempre hay disposición”. Una frase diplomática, pero que dejó flotando la sensación de distancia. De hecho, su gesto y su tono marcaron que la relación entre ambas no pasa precisamente por su mejor etapa.
La charla subió de temperatura cuando se le pidió su postura frente al escándalo. «Trato de no tener nada que ver», respondió con firmeza, intentando correrse de un conflicto que vuelve una y otra vez a su propia vida por efecto colateral. Pero la clave llegó al hablar de lo que realmente preocupa: sus hijos.
Qué piensan los hijos de Pampita sobre el escándalo
Allí Pampita fue categórica. “Los chicos ven todo. Están en edades en las que ven todo, están conectados a todo y hay que cuidarlos mucho”, expresó, dejando en claro que nada de lo que aparece en los medios pasa inadvertido para ellos. En plena adolescencia, los tres hijos del actor y la modelo lidian con la exposición que arrastran desde que nacieron, ahora profundizada por las declaraciones, entrevistas y el revuelo digital que rodea a sus padres y a la China.
“Ven todo y preguntan todo”, remarcó la conductora, consciente de que la hiperconexión actual vuelve imposible blindar a los menores de la información. “Hoy los chicos están re conectados y se mueven en ambientes donde sus amigos también lo están. La información de todo lo que pasa siempre les llega”. Un mensaje que deja en evidencia la preocupación de Pampita por el impacto emocional que puede tener la turbulencia mediática en la vida privada de sus hijos.
