El Gobierno llega a la discusión del Presupuesto 2026 con un paisaje político diferente: triunfo electoral, apoyo explícito de Estados Unidos y un FMI que plantea, por primera vez en años, que la Argentina tiene margen para consolidar su programa. Sin embargo, los gobernadores no quieren quedar al margen del nuevo esquema fiscal.
En la Casa Rosada admiten que los pedidos provinciales se vienen acumulando desde septiembre, cuando entró el proyecto original al Congreso. La llegada de Diego Santilli al Ministerio del Interior reordenó la interlocución, pero no redujo las demandas.
Qué reclaman las provincias
Según un documento que circula en Diputados, los mandatarios plantean siete solicitudes centrales, casi todas vinculadas a financiamiento y reparto de fondos. El punto más sensible es la autorización para acceder a crédito internacional con aval nacional, algo que —según los gobernadores— no impacta negativamente en las cuentas públicas.
El segundo tema crítico es el de las cajas previsionales no transferidas. El proyecto fija una partida de $122,7 mil millones, pero con una letra chica que limita el acceso a las provincias que tengan déficit reconocido por ANSES desde 2021. Varios mandatarios piden ampliar la cifra y flexibilizar las condiciones.
Zonas frías y subsidios en debate
El Presupuesto propone revertir la ampliación del régimen de zonas frías aplicada en 2021. Eso dejaría afuera a más de tres millones de hogares que hoy reciben descuentos en sus facturas de gas, sobre todo en Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza. Las provincias afectadas reclaman mantener el esquema, al menos durante 2026.
A esto se suma la discusión por los Aportes del Tesoro Nacional y la coparticipación del impuesto a los combustibles. Los gobernadores buscaron una ley para modificar el reparto, pero Milei la vetó. Aun así, el tema podría reabrirse para viabilizar el apoyo parlamentario.
El rol de Caputo y la mesa legislativa
Luis Caputo, que hasta ahora evitaba involucrarse directamente en negociaciones políticas, decidió participar del armado parlamentario. Estuvo en Casa Rosada junto a Santilli, Karina Milei y Manuel Adorni para definir la agenda extraordinaria.
En Economía aseguran que no habrá un festival de concesiones, pero sí “correcciones técnicas” para los mandatarios con mayor peso en el Congreso: Misiones, Salta, Tucumán, Catamarca, Neuquén y Río Negro.
Los fondos de ARCA y el reparto de impuestos
Otro reclamo específico es por el 1,9% de la recaudación nacional que administra la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), dirigida por Juan Pazo. Según legisladores provinciales, ese porcentaje podría redistribuirse sin afectar el funcionamiento del organismo, que mantiene superávit desde antes del cambio de gobierno.
Pese al tono firme, Caputo concedió algunos puntos. Uno de ellos fue incluir en el Presupuesto el acuerdo alcanzado con la Ciudad de Buenos Aires por la deuda acumulada de coparticipación.
Jorge Macri reclamó la normalización de los pagos y la incorporación de la deuda dentro del texto presupuestario. Desde agosto, la Nación adeuda $274 mil millones por el 1,55% fijado por la Corte Suprema, y la Ciudad exige que el cumplimiento quede garantizado por ley.
Otro gesto fue la modificación de retenciones al petróleo, tras la negociación con el gobernador de Chubut, Ignacio “Nacho” Torres. Economía firmó un acta de entendimiento para ajustar los derechos de exportación del crudo convencional, un reclamo que venían sosteniendo varias provincias patagónicas.
Un Presupuesto que definirá el equilibrio político
La Casa Rosada entiende que el Presupuesto 2026 es mucho más que un cálculo de recursos: es la primera prueba de gobernabilidad del Milei victorioso, con respaldo internacional y un Congreso más equilibrado. Pero también es la oportunidad para que los gobernadores muestren su peso real frente a un Gobierno que promete diálogo, aunque sin volver a los viejos pactos fiscales del kirchnerismo.
